Tuvimos oportunidad de platicar con el dúo estadounidense, The Lemon Twigs, formado por los hermanos Brian D’Addario y Michael D’Addario, ambos oriundos de Long Island, en el Estado de Nueva York, Estados Unidos. 

Previo a su show en CDMX en el Foro Indie Rocks, pudimos conocer más sobre sus más recientes lanzamientos pero también sobre esta etapa de su carrera musical, donde todo parece ir muy rápido y con muchas expectativas, demostrando que para ellos lo más importante es cuando su arte fluye de forma totalmente orgánica.

The Lemon Twigs en CDMX

¿Cómo equilibran la sofisticación musical con la narrativa emocional, para que una no opaque a la otra?
Creo que la música tiene prioridad sobre las letras. Aun así, las letras deben ser perfectas. Si fueran más visuales o sobrecargadas, serían una distracción, porque ya hay mucho ocurriendo con la música. Imaginé este proyecto como una gran producción, pero con un mensaje claro, sencillo y fácil de entender. Además, quería que la música fuera muy alegre.

El nuevo álbum fue grabado en cinta y mezclado con equipo vintage. ¿Qué descubriste de este nuevo sonido o de ustedes mismos al trabajar con esas limitaciones técnicas intencionales?

Es un álbum muy completo, con muchos instrumentos. Pero lo más importante que aprendimos fue que tomar decisiones de mezcla desde el inicio hizo todo más fácil. En vez de grabar muchas pistas y luego decidir, agrupamos cosas desde el principio. Eso nos dejaba menos decisiones para el final. Aprendimos mucho técnicamente y seguimos aprendiendo en cada grabación, especialmente sobre arreglos y detalles que deberíamos haber cuidado desde hace años.

En un momento donde la música apuesta por lo digital y minimalista, ustedes trabajan con lo analógico. ¿Ven su sonido como resistencia artística o como identidad estética?
Creo que es más una identidad estética. Nos gusta el sonido de los instrumentos naturales. Cuando vemos bandas que no tocan en vivo realmente, a veces sentimos que no hay mucho a lo que prestar atención. Nos gusta hacer las cosas de manera orgánica porque disfrutamos cómo suenan nuestras voces, el toque de la guitarra… no queremos alejarnos de eso.

¿Cómo deciden cuándo una referencia a los años sesenta deja de ser homenaje y se convierte en una reinterpretación?
Si empezamos a cantar algo y nos damos cuenta de que se parece demasiado a otra canción, lo cambiamos. Todo depende de si la canción tiene su propia identidad. Si es única en letra y melodía, no nos preocupa si suena como homenaje o si es algo completamente nuevo. Si tuviera que hacer algo completamente nuevo, no sabría ni por dónde empezar.

¿Podrían describir su proyecto actual en tres palabras?
Melódico, armónico, inventivo.

¿Qué mensaje quieres compartir con el público mexicano esta noche?
No tenemos un mensaje específico. Solo queremos que suene muy bien y que todos sientan algo físico al escucharlo. Cuando logramos una buena armonía, se siente genial y muy real. Eso es lo que queremos transmitir. A veces lo logramos, a veces no. Pero cuando lo logramos, es increíble.

Por Haniel Mata