Las nuevas propuestas del rock están tomando o más bien, retomando, influencias de sub géneros para hacer combinaciones y crear algo completamente fuera de lo común y dar paso al nacimiento de nuevos ritmos y sonidos que para muchos puede ser algo fenomenal, pero para muchos otros puede ser muy difícil de digerir.

Los californianos de Sleep hicieron algo muy similar, fusionar géneros y crear un estilo único en la década de los 90, haciendo trabajos muy interesantes, teniendo uno de los discos más importantes en la historia del metal, y sí, nos referimos al grandioso Jerusalem and Dopesmoker (1998) y desde luego dejando un legado, a pesar de su corta carrera en aquel entonces, pues en 1998 anunciarían su separación, para después de poco más de una década regresar y realizar algunas fechas exclusivas por Estados Unidos.

Ahora, han pasado otros casi 10 años para volver a saber algo de esta banda que ha sido considerada una gran influencia para el heavy metal noventero y gracias a su fusión stoner rock/doom metal se ganaron la etiqueta de ser una banda definitiva del stoner. En este 2018, 20 años después de grabar su última producción, volvieron al estudio para lanzar The Sciences un trabajo lanzado el pasado 20 de abril con sólo seis temas y casi una hora de duración, el cual hace renacer esa esencia y fusión de su sonido, hablamos de una continuación del Jerusalem y que no es apto para todos.

¿Por qué no lo es? Es un material que no es fácil de digerir, más si es la primera vez que escuchas a la banda o si de plano no estás familiarizado con el género, puede llegar a ser muy tedioso o aburrido, pues las canciones de larga duración de este trabajo pueden hacer que simplemente lo dejes de escuchar.

Existen pocas intervenciones vocales, las cuales tienen un estilo único, bastante limpias, lo cual tampoco lo convierte en un disco instrumental o armónico, simplemente son riffs pesados muy setenteros, distorsionados y sin ningún otro elemento, es lo que tal vez hace este material muy difícil de «aguantar».

Eso no lo hace un disco malo, para nada, si eres amante del género o estás abierto a escuchar nuevas propuestas, es un disco excelente y recomendado para poder acercarte a estos sonidos, aunque lo mejor sería que iniciaras con sus primeros trabajos y terminar con  The Sciences y puedas seguir esa línea de una de las bandas más importantes de la escena.