Ty Segall entregó el pasado 2 de agosto su más reciente disco, que a primera escucha nos ratifica las características clásicas de su sonido y el trabajo que ha estado haciendo desde hace más de una década y 13 discos de su repertorio.

El californiano, en un esfuerzo por cambiar la fórmula ha decidido dejar su guitarra en su estuche y hacer este álbum con otros instrumentos. Aunque, desafortunada (o afortunadamente) los procesos utilizados para grabar o ejecutar esos kotos, bouzukis e incluso pianos hacen que el resultado final parezca, para la escucha casual, una especie de guitarras con sonidos particulares.

Segall tiene ya un sello distintivo; ya sea como productor o como compositor nos tiene acostumbrados a una fórmula y eso queda bastante claro al escuchar este esfuerzo, pues a pesar de todo termina sonando a él. Así que no decepcionará a los fans que disfrutan de su toque, aunque tampoco es un álbum que innove ni que demuestre una salida del área de confort del músico.

First Taste es un álbum que te captura con el primer acorde, “Taste” hace las veces de celebración para incluirte en esta fiesta de disfraces que será esta colección de 12 momentos. “Whatever” y “Ice Plant” nos distraen un poco, atenúan el malviaje que llegará con “The Fall”; poco a poco se irá pasando y entraremos en un ambiente mucho más cómodo.

“When I Met my Parents Pt. 1” será esa sacudida que necesitamos a mitad de toda fiesta para enfocarnos y disfrutar de lo que está por venir. “When I Met my Parents Pt. 3” pareciera que nos transportara a otra fiesta con gustos más sofisticados, “Radio” y “Self Esteem” son el momento más elocuente de la colección, por lo menos en cuanto a lo musical en este trabajo del estadounidense.

Ya para cerrar tenemos esa tranquilidad y la caída que te brinda el taco de la madrugada; ese bocado que te ayuda a regresar a la Tierra; “Lone Cowboys” es ese taco salvador y nostálgico que cierra la noche.

Ty se ha caracterizado por ser un artista muy prolífico y podemos considerar este disco como una muestra de la música que viene en camino, pues a decir verdad hemos recibido mejores muestras de sus capacidades y, aunque la producción de estas canciones es bastante buena, las piezas en sí carecen un poco de la magia que lo hemos escuchado crear. Tenemos los dedos cruzados para que los destellos que escuchamos en este disco exploten en materiales subsecuentes.