Por Adonis Espinosa
Algunos preferirían vivir en otra época por no estar en sintonía con las generaciones actuales. Incluso podrías haber escuchado las frases “Todo era mejor antes” o “En mis tiempos”, pero a pesar de todas las malas noticias que podemos ver en redes sociales, este es el mejor momento en el que nunca pudimos haber estado. ¿En qué otro tiempo se encontraría tanto despertar social sobre diferentes temas? Orientación sexual, feminismo, derechos humanos, ecosistema, coexistencia y un largo etcétera.
Sin embargo, antes de llegar a ese punto de inflexión, hubo personas que crecieron con mucho dolor en su interior y U.S. Girls habla de esto en su nuevo álbum Heavy Light.
U.S. Girls es un proyecto de pop experimental dirigido por Meghan Remy, conocida por sus temas críticos a la política y la sociedad y quien en esta ocasión presenta su séptimo disco, el más retrospectivo para la cantante y que refleja su crecimiento como artista y persona.
Heavy Light es un disco dual, una obra que sin prestarle mucha atención podrías dejar fluir sin parar desde la mañana hasta la tarde, pero que si te detienes a analizar, encontrarás lo que en verdad quiere comunicar; una maravilla que muestra los contrastes de los cuales Meghan habla en muchas entrevistas.
Por un lado está la versión melódica llena de buena vibra y por el otro algo completamente diferente: letras que reflejan un lado oscuro de las canciones. El ejemplo perfecto de ello es “4 American Dollars”, primer corte del disco que ofrece un panorama de cómo serán los siguientes, todos ellos acompañados de un coro maravilloso que Meg logró formar para este proyecto y que da un pequeño guiño a “Young Americans” de Bowie, en donde encontramos estas melodías alegres con mensajes profundos.
En esta primera canción -que ya tiene video oficial- se percibe la crítica que la artista hace al mundo de los negocios, ese en el que no actuamos como seres humanos, sino como seres fríos a quienes no les importa en lo más mínimo lastimar a alguien para sacar un mayor e innecesario beneficio. “Overtime”, por otra parte, aunque conserva la misma energía de la anterior canción, habla sobre mentiras y tentaciones que terminan perjudicando a quienes amas y de cómo uno, sin saber de ellas, debe trabajar el doble para salir de esos problemas.
“IOU” es una obra completamente diferente con un tono mucho más calmado que nos habla sobre el cómo sobrevive el ser humano, de como nadie al nacer tiene un plan definido, sino que solo es algo que construyes con el tiempo y que a pesar de las dificultades puedes salir adelante. “Si otros pudieron, tú también puedes”, dice una de sus líneas, lo va en conjunto con “Advice to Teenage Self” que no es una canción como tal. En este corte podemos oír una clase de testimonios encimados que rezan: «¿Que le dirían a su yo adolecente?», “no te preocupes”, “estás haciendo un buen trabajo”, “disfruta lo que estás haciendo ahora porque pronto las cosas serán raras”.
Simplemente es genial que se hable de este tema porque todos en algún punto de nuestra vida hemos sentido cierto miedo y horror por no saber a dónde vamos a parar, qué es lo que vamos hacer, si vamos por la ruta correcta o si realmente hay una ruta para nosotros. ¿Será que la humanidad siempre tendrá que pasar por ese miedo o habrá un punto en el que lo abanaremos0?
Meg es una persona que ha visto mucha oscuridad en su vida en diferentes aspectos y ella habla poco de ello, pero este disco fue su oportunidad para abrirse y sacar de cierta forma los abusos e injusticias que el “recorrido” le ha impuesto. “State House (It´s A Man World)” es uno de estos escapes que, acompañado por este xilófono que le da un aspecto esperanzador con unas percusiones profundas y el coro, hace que esta canción penetre en tu mente, un tema que habla sobre el cómo y el por qué las mujeres vivían sin poder hacer otra cosa más que criar a sus hijos, doblegadas por los hombres, sobre todo en las industrias y empresas.
En “Born to Lose” encontramos un ritmo inspirado del jazz suave, donde el piano y el xilófono van a hacer los mejores compañeros del mundo, apoyándose uno del otro. El track tiene un claro enfoque lírico que le da cierto espiritualismo respecto a estas pequeñas cosas que en el momento no le damos importancia, pero una vez que pasa el tiempo vemos cómo afectó nuestras vidas.
“And Yet It Moves/ Y Se Mueve” es una subida de tono que combina ritmos latinos e idiomas, una canción bilingüe, que a pesar de sonar muy alegre es una llamada de atención de cómo dejamos de entender al mundo en cosas que teníamos tan claras y dejamos de saber cómo funcionan, por lo que algunas personas prefieren “atarse a una cruz o a un hombre en la cama”. Una referencia a cómo hemos sido manipulados para ese fin y esto va un poco relacionado con la siguiente canción, “The Most Hurtful Thing”, que tiene la misma temática que “Advice to Teenage Self”. Habla sobre las cosas que más nos hirieron con frases como “lleguá a asustarme porque me dijeron que mi comportamiento me llevaría a vivir en el infierno”, “Llegué a odiarme por estar gorda” , “No era inteligente”, todo porque se supone que debemos alcanzar cierto estándar, aunque no sepamos cuál, para qué y quién nos lo impone.
“Denise, Don´t Wait” es donde las cuerdas, la marimba y otras percusiones nos introducirán en esta compleja relación madre e hija. La canción actúa como carta de rendición y pide dejar de perder el tiempo y arreglar las cosas, pero al mismo tiempo le confiesa su miedo por lidiar con la situación al no saber cómo actuaría ella.
En la recta final encontramos a “Woodstock ’99”, una balada con un piano que describe el desastre de aquel festival por múltiples violaciones e incendios. “The Color of Your Childhood Bedroom” es el último interludio del álbum donde, como su nombre lo dice, varias personas cuentan sobre el color de su habitación de la infancia y que no necesariamente debió ser azul o rosa.
“The Quiver to the Bomb”, la penúltima canción del disco, trae una metáfora que podemos ver en muchos lados, donde la Madre Tierra se cuestiona sobre la rápida evolución de la humanidad, con tal de sobrevivir y hacerse daño a sí mismo. Finalmente “Red Ford Radio” es una canción que ya hemos escuchado hace 10 años, por lo que es algo que todavía siente Meg: la necesidad de escapar de algo, una salida momentánea que hace que todo esté mejor.
Este álbum es algo debes escuchar por ti mismo, así que te lo dejamos aquí abajo para que disfrutes una buena tarde de procrastinación haciendo que vuele tu mente.