Cuando estas cuatro chicas salieron a la luz sin ningún sencillo y con un disco llamado Live Me Alone, solo podía saborear sus canciones serpenteantes y armonizadas parecían estar permanentemente vacilantes al borde del colapso.
Quizá este disco debut mercadológicamente no debió haber funcionado, pero fue todo lo contrario. Su segundo álbum se grabó una vez más en Madrid, pero esta vez trajeron colaboradores externos: el productor, Gordon Raphael y el ingeniero ganador del Grammy, Shawn Everett. Los valores de producción siguen siendo altamente lo-fi, la reproducción sigue siendo sin lujos, las canciones rara vez se elevan por encima de lo «destartalado».
Los puntos destacados incluyen a Linda, el potente coro de Tester y las vocales entrelazadas de Carlotta Cosials y la guitarrista Ana Perrote. Pero a lo largo de 40 minutos, las limitaciones de la banda y la falta de variedad comienzan a enfadarse; me gustaría saber que tienen un plan B para su tercer material de estudio -porque ya están pensando en hacer otro disco-, ya que este a mí me quedo a deber a pesar de darle una segunda oportunidad al lo-fi.
Un tanto destartalado para mi gusto, muy suave para mis oídos. Maténme, pero eso lo que suena esto, pero bueno, acá abajo se los dejo para que lo escuchen a gusto. Dense.