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Por: Verónica de la Mora

Liza Anne presenta su cuarto álbum de estudio: Bad Vacation, un recorrido en el que la artista hace conciencia acerca de la salud mental como un proceso de despertar y liberación a través de un sonido fresco que nos recuerda al calor del verano, con guitarras ligeras entre el rock-pop.

La cantante originaria de Georgia comenzó su carrera en 2010, tras el lanzamiento de su primer álbum The Colder Months, Anne brindaba en cada track una combinación entre el folk, new wave, art rock y grunge-pop con una fuerza interesante.

Posterior al estreno de su tercer material: Fine but Dying, Liza pasó por un periodo difícil en el que tuvo que enfrentar una ruptura después de una relación agotadora; hasta llegar a un comportamiento autodestructivo con ansiedad y depresión. Como un proceso terapéutico, Anne escribió canciones en las que la autonomía, respeto propio fueron la clave.

“Estaba escribiendo lo que necesitaba sentir. Literalmente estaba escribiendo una versión más fuerte y más poderosa de mí mismo para existir.”

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Liza Anne  nos brinda un álbum en el que cada elemento se vuelve en una experiencia en la que las melodías son ligeras, un tanto tranquilas y optimistas que no dejan de lado el sentido de reflexión detrás del mismo.

Bad Vacation se realizó en el estudio de Kyle Ryan en Nashville (con excepción de «Devotion” y «Desire » grabados en Kingsize Studios y Chez JMJ). Las rolas que te recomendamos prestarles más atención son: «Bad Vacation», «Bummer Days», «Change my mind» y «Terrible Discover».

Liza Anne le da un giro de 360 grados a un momento sombrío para llenarlo de energía y un sonido refrescante en Bad Vacation.