Por Maximiliano Blanco
El Jefe, (The Boss) nos maravilla con Western Stars, un álbum que nos deleita desde el inicio con «Hitch Hikin» y hasta al final con «Moonlight Hotel». Un disco que nos relata las historias de diferentes personajes de distintos caminos de la vida, todos ellos solitarios y nostálgicos como los campos, las planicies y los paisajes norteamericanos.
«Hitch Hikin» que se refiere a viajar pidiendo aventones en las carreteras, es la canción que abre este nuevo álbum de Bruce Springsteen, un tema que recuerda mucho a las historias de los “hobos» que viajaban sin mapas ni direcciones, simplemente dejándose llevar con el viento. La melodía es dulce e inspira a seguir tu propio camino y a tu manera, gran forma de abrir Western Stars, en ella podemos percibir el folklore de esta práctica tan americana que seguro algunos de sus fans se sentirán identificados.
Después abre «The Wayfarer», que con la misma línea relajada fluye con la inconfundible voz de Bruce, en esta pieza la instrumentalización va más allá del clásico rock norteamericano. El juego de cuerdas y vientos da una diferente sensación que seguirá durante todo el álbum.
«Tucson Train» nos relata la historia de un hombre que deja todo atrás y se aventura a una nueva vida, harto y cansado de todo busca una nueva vida, mientras espera a su «baby» en la estación para ir con ella a esa nueva vida, en busca de “sunshine” (sol) y menos “rain” (lluvia) Springsteen nos deja con una muy buena canción, muy a su estilo, melancólica y al mismo tiempo llena de esperanza hacia un futuro prometedor.
Toca el turno de la homónima «Western Stars», con guitarra y evidentemente un sonido western, fluye en calma relatando la historia de un actor que no precisamente ha logrado sus más grandes sueños en su carrera, pero ha luchado con los obstáculos y de ser en ocasiones un personaje incidental, a ser el protagonista de su vida.
«Sleepy Joe’s Café» es una canción divertida, más rápida que sus antecesoras, sin embargo, no precisamente es la mejor del álbum, aunque no es para nada mala. Da un gran sazón más o menos a la mitad del disco para después presentar la historia de un «stuntman» que con dos clavos en el tobillo, una clavícula rota y una vara de acero en la pierna, logra llegar a casa ese personaje de «Drive Fast (The Stuntman)».
«Chasin´ Wild Horses» es quizá la referencia a la portada que retrata a un caballo salvaje, un mustang de las planicies americanas, un icono como el autor mismo, una pieza que refleja el estilo de vida del campo en Estados Unidos.
«Sundown» es la puesta de sol que nos relata a un personaje solitario, deseando estar con una persona que ya no está con él, una canción nostálgica con una dosis de energía, sobre sale de las anteriores que seguían una linea un poco más relajada. Otro solitario personaje se presenta en «Somewhere North of Nashville» que se encuentra reflexionando sobre su vida, una canción breve que nos deja nuevamente con una sensación melancólica.
El álbum se cierra con «Moonlight Motel», que sin dejar de mencionar a «Stones», «There Goes My Miracle» (canción que deja mucho mensaje y reflexión) y «Hello Sunshine»; el disco cierra con el sello inconfundible de Bruce Springsteen, canciones inspiradas en personas que van en la vida y quizá en algún momento se cruzaron frente a él, un músico complejo y profundo que innegablemente representa a su nación y su estilo.
Western Stars sin duda es un disco que queda perfecto para escuchar en un viaje por carretera en la noche, contemplando las estrellas y sintiendo el aire fresco del campo, es un gran álbum, de un músico legendario que vale la pena conocer más a fondo y más ahora que nos presenta ésta nueva obra.