Entre cuerpos, cables y canciones: la utopía según Snowapple

En medio de un contexto que convierte al arte en trinchera, ritual y laboratorio, el colectivo internacional Snowapple realiza propuestas más allá de las fronteras tradicionales de la música y el teatro. Lo que comenzó como un trío vocal se ha transformado en una constelación de arte que trasciende naciones, idiomas y modos de expresión.

Hablamos con Laurien Schreuder y Cynthia Martínez —dos de las voces centrales de la obra— sobre la soberanía del cuerpo, la tecnología como plano emocional y la utopía como destino compartido, en esta conversación doblemente literaria.

Días antes de que su nuevo espectáculo llegue al Teatro de la Ciudad y con el nuevo lanzamiento de su sencillo «My Body», nos invitan a escuchar con nuestra piel, si no es con nuestros oídos.

Revista Kuadro: ¿Ustedes comenzaron como un trío y ahora ya son un colectivo internacional. Esta transición cómo cambió su visión del arte y del trabajo en equipo?

Laurien:
Primero fuimos tres mujeres cantando, pero poco a poco se fueron sumando artistas de otras disciplinas: video, vestuario, teatro… Nos dimos cuenta de que no era justo que solo los músicos recibieran atención, cuando todos los demás también estaban creando desde el mismo lugar. Queríamos ser más iguales como artistas, y por eso decidimos que Snowapple debía ser un colectivo de arte. Siempre estamos creciendo: se suman más y más artistas y nacen más proyectos. Es muy interesante, porque cada persona trae su visión de la vida y su talento.

Revista Kuadro: ¿Qué retos y sorpresas han vivido al construir una comunidad artística que cruza culturas, idiomas y disciplinas?

Laurien:
Ser un colectivo independiente no es fácil, y tampoco hacemos música comercial. Nuestro sonido es muy ecléctico, y eso a veces no es para todo el mundo. Pero afortunadamente, el público nos ha recibido con mucho amor.

Cynthia:
En México, por ejemplo, el año pasado estuvimos en el Teatro de la Ciudad, el Centro Nacional de las Artes, y otros espacios en Coyoacán. La gente ha sido cálida, amorosa y muy fiel.
Pero como artista independiente, tú solita tienes que abrirte las puertas: tocar, mandar correos, hacer el booking… No es fácil cuando no haces algo mainstream, pero nuestro arte tiene mucho que decir.

Revista Kuadro: Su trabajo tiene un hilo claro de compromiso con causas sociales. ¿Cómo viven el arte como herramienta de transformación?

Laurien:
Creemos que el arte es muy importante para visibilizar cosas, pero también para dar nuevas pistas sobre la vida. Para expandir la imaginación. Para que la gente nunca pierda la esperanza.

Cynthia:
Sí, y el arte nos ayuda a hablar de temas difíciles. Por ejemplo, nuestra canción “My Body” habla de la autonomía del cuerpo y cómo se puede perder cuando estás desconectado de ti misma, absorbida por la inteligencia artificial. Queremos que la gente se refleje y se cuestione. No tenemos soluciones, pero sí inquietudes que compartir.

Revista Kuadro: ¿Han tenido algún acto que consideren como una “ternura política”?

Cynthia:
Sí. Recuerdo cuando las bordadoras venían a Casa Snowapple. Se reunían mujeres que habían perdido a sus hijas, que habían sido asesinadas o desaparecidas. Nos contaban que desde esos sucesos habían dejado de escuchar música, cuando antes ponían canciones para cocinar o convivir.
Gracias a esos encuentros, empezaron a escuchar de nuevo. Nuestras canciones les daban aliento para vivir un día más. Para mí, esos fueron de los momentos más significativos.

Revista Kuadro: El título «My Bod»y puede leerse como un manifiesto. ¿Qué tipo de cuerpo está hablando: uno humano, político o cibernético?

Laurien:
Preferimos no definirlo del todo. Queremos dejar espacio a la imaginación. A veces, ese cuerpo soy yo, a veces otra persona. Lo importante es que cada quien pueda proyectarse ahí. Eso es lo maravilloso del arte.

Revista Kuadro: Su nuevo álbum «Utopía» nace del proyecto Cyborg Experiment. ¿Qué preguntas sobre el futuro están intentando provocar con este disco?

Laurien:
«Utopía» surge cuando empezamos a preguntarnos: ¿Quiénes somos hoy como seres humanos? No somos los mismos que hace siglos. Vivimos rodeados de tecnología y tenemos múltiples caminos frente a nosotros. En el álbum exploramos distintos futuros: distópicos, utópicos, inciertos. Todo está abierto.

Revista Kuadro: En su música hay clarinete, sintetizadores, guitarras… ¿Cómo deciden qué sonido transmite mejor la emoción que buscan?

Laurien:
“My Body” empezó con un ritmo corporal: pisadas, palmadas… Queríamos algo primitivo, real. Luego sumamos sonidos tecnológicos: modulares, sintetizadores. Y para expresar una voz más punk, añadimos guitarras y armonías vocales. La canción fue creciendo capa por capa. Estamos muy orgullosas del resultado: suena único.

Revista Kuadro: ¿Cómo se traduce todo este universo sonoro en sus espectáculos en vivo?

Cynthia:
No es el típico teatro musical hollywoodense. Es performance, es música, es cuerpo. Ensayamos mucho, aunque parezca improvisado.
Estamos formando artistas a través de talleres en lugares como el Festival Jardín Rojo, que se celebra en Ámsterdam, París y México. En nuestras presentaciones se mezclan disciplinas, culturas e idiomas. Queremos que el público experimente el arte desde muchos ángulos.

Revista Kuadro: ¿Cómo se organizan como colectivo para crear desde tantas disciplinas y voces distintas?

Laurien:
Trabajamos por laboratorios. Nos reunimos en un espacio (puede ser un estudio, una sala de yoga) y exploramos un tema.
Por ejemplo, «Utopía» nació del laboratorio Cyborg Experiment. Y ahora estamos comenzando Wilderness, que trata sobre lo salvaje. Cada persona aporta: una escribe un texto, otra compone música, alguien más coreografía una danza, otra persona graba un video… Así crece el proyecto colectivamente.

¿Qué esperan que le quede al público después de escuchar «My Body» o ver «Cyborg Experiment #1»?

Laurien:
Esperamos que cada persona se conecte con su cuerpo, con su autonomía y con su comunidad. Que recuerden que no estamos solas, que estamos juntxs. Esa es nuestra filosofía.

Revista Kuadro: Finalmente, ¿algo que quieran compartir con el público mexicano?

Cynthia:
Queremos invitarles al concierto del 22 de octubre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris a las 20:30 hrs.
Será una colaboración con Carolina Antón y la Orquesta de Minería Pop. Participarán 30 músicos y muchas invitadas e invitados especiales.
También regresaremos en noviembre con el proyecto SHE, una gira de mujeres indígenas y artistas de distintos países, cantando por la Madre Tierra y los derechos humanos.

¡Quédate pendiente a la venta de boletos para el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris! Mientras te dejamos el sencillo de «My body» para ir calentando motores:

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