Fotografías: Cortesía Facebook

Para todos nosotros que nos gusta escuchar música triste cuando nos sentimos desanimados, Mi Sobrino Memo llega con un compilación de canciones, de esas que te hacen llorar aún más, en su nuevo disco Somos Amigos.

El álbum empieza con “Somos amigos” que pareciera una canción country con una letra triste, un banjo triste y palabras comunes que usamos los millennials. Habla sobre dejar una relación que no tiene futuro porque por más que quieras tener algo con esa persona, sólo son amigos, y aunque duela tienes que seguir adelante.

A “#Pingüino Rancho” lo lleva el bajo de una manera muy sutil, un poco más animada que la canción pasada, el amor sigue siendo parte importante de la narración, aunque también es una canción nostálgica que te hace recordar los mejores momentos que tuviste en una relación, no en forma triste, sino de un recuerdo que nunca olvidaremos por su belleza.

Si quieren seguir con esta nostalgia y desamor, “Cuando Fuimos Nada” es perfecta, es de esas canciones que le dedicas a alguien que no te quería de la misma manera que tú la querías, pero que ya estás listo para decir adiós y seguir con tu vida, tal como dice la canción “Si amarte tanto es esperarte/ esta vez paso, corazón” a veces tenemos que poner un alto a lo que sentimos para no lastimarnos y esta canción nos lo recuerda por completo.

“Melancólico” es un viaje directo ahí, a la melancolía que nos produce un lugar o una foto. Con un ukulele y guitarras, los instrumentos de cuerdas son los que sobresalen de esta canción. Por otro lado “Si te vuelvo a Encontrar” es un poco más esperanzadora, una idea de no olvidar los pequeños detalles de las personas por si las vuelves a encontrar en el camino y esta vez no hay razón para irse.

En “#Éramos Novios” la parte más importante está en el hashtag éramos. Recordando los momentos bellos y tranquilos de un noviazgo que ya termino para seguir sintiéndote triste por lo que dejaste atrás. Con una guitarra acústica de fondo que es la que le agrega ese doble sentido de tristeza y nostalgia, es una canción perfecta de desamor, al igual que el resto del disco, y de las que te hacen llorar aún más.

¿Han intentado escribir 45 cosas sobre ustedes? Pues eso es justamente lo que hace Mi Sobrino Memo en “45 cosas sobre mí”, ahí supimos que ama el chocolate hasta el video porno que hizo hace unos años. Es de cierta manera romántico el hecho de hacer una canción con 45 cosas extrañas sobre ti para alguien más, como diciendo “ten, esto soy, haz lo que quieras con ello” es abrirte con alguien por más bizarro que sean las cosas que le cuentas.

Para “Superhéroes y Villanos” las percusiones y las guitarras suenan impecables, la historia te lleva de lo bueno a lo malo que puede hacer una persona por otra. “La Casa de Café” se siente más feliz, ya sólo quieres estar cerca de alguien a quien le dejas las decisiones importantes de si quedarse contigo o irse y cualquiera de las dos la vas a aceptar. Los teclados resuenan más al igual que la campana de la batería, que le da un ritmo impresionante que el resto de las canciones no tenían al ser más calmadas y nostálgicas.

Somos Amigos termina con “Melphomene” romántica y de un amor que te pone nervioso. Tranquila, la guitarra y teclados suenan como una canción de pop rosa, una forma de cerrar que dice que lo que pasaste antes no debe dictar el futuro y que siempre hay que estar abiertos a otras cosas, que no sabes si saldrá bien o será otra historia de desamor pero ¿quién sabe eso?.

Sin duda, Somos Amigos es el disco perfecto para cuando estás triste y quieres llorar por una relación que no funcionó o que nunca empezó. Está bien tener estos sentimientos y querer llorar tantito más, pero también es un buen recordatorio de que toda tristeza termina y que se vale abrazar la tristeza para saber dejarla ir. Mi Sobrino Memo hizo un gran trabajo con esta compilación de canciones tristes para gente triste, con un léxico muy especial de nuestra generación. Ya puedes escuchar Somos Amigos en plataformas como Spotify, mientras esperamos su próximo concierto en la Ciudad de México que será el 22 de septiembre en el Lunario del Auditorio Nacional.