La noche de hoy, el Foro Puebla se transformó en un viaje sensorial donde las sombras y contraluces envolvieron a los asistentes mientras la banda californiana Neil Frances desplegaba su magia. Con una mezcla única de jazz, electro, dance, pop y rock, llevaron al público a un recorrido sonoro donde lo etéreo y lo terrenal se entrelazaron de forma perfecta.
Con sede en Los Ángeles, Neil Frances ha ganado reconocimiento por crear música que no solo invita a bailar, sino que toca el alma. Desde los primeros acordes, quedó claro que estábamos frente a una propuesta que se distingue en la escena del pop alternativo. Las atmósferas de sintetizadores se fundían con ritmos electrónicos, mientras una base de jazz aportaba matices complejos, envolviendo al público en un trance melódico.
El juego de luces fue otro protagonista, intensificando la experiencia visual y sonora. Las sombras parecían bailar al ritmo de cada beat, mientras los contraluces envolvían a los músicos en un halo de misterio, potenciando la energía de cada canción.
A medida que la noche avanzaba, el público fue testigo de una fusión entre lo electrónico y lo orgánico que solo Neil Frances sabe ofrecer. Temas cargados de groove, con pulsaciones rítmicas que invitaban a moverse, pero que también escondían una profunda reflexión en sus letras, hacían de cada interpretación un momento único.
La banda demostró por qué su música es más que una propuesta efímera: es una invitación a creer en el poder del arte para conectar más allá de las palabras.
Aquí les dejamos unas imágenes de lo que pasó esta noche.