Hace tres años, A Seat At The Table fue declarado por muchos medios musicales como el mejor álbum del 2016, y le valió a Solange su primer Grammy como best R&B performance con “Cranes In The Sky”. Ese disco contuvo el R&B que la cantante siempre ha manejado, pero más tranquilo, pausado y también moderno. Fue precisamente acerca de sentarse en la mesa a platicar sobre los abusos que sufre la comunidad negra y hacer conciencia sobre ellos.
Con When I Get Home, Solange regresa a su lugar natal, pero solo en mente, y no deja de recordarnos de qué se trata ser de piel oscura en Estados Unidos. No se aleja mucho de la línea de su producción pasada: sigue con un R&B/jazz sobrio y lento. En los dos primeros tracks, las secuencias de piano y batería suenan al mismo tiempo que su voz, dándole un toque interesante y arrítmico a la vez.
Solange aún no deja atrás los ritmos poperos que le dieron fama en 2008 y 2012, pues en “Way to the Show” y “Stay Flo” nos deleita con un R&B y soul con toques de pop noventero y un poco de hip-hop. Es aquí donde se empiezan a escuchar las múltiples voces invitadas de artistas como Tyler, The Creator, Sampha y Panda Bear. “Dreams” es la canción que más se remonta a sus raíces afroamericanas y también a sus inicios musicales, con un R&B puro.
“Almeda” es el track más exitoso del álbum hasta ahora. Aquí juega dos cosas nuevas: el trap y una voz más agresiva y rugosa. Es un tributo a la cultura negra y la época en la que nació. En las siguientes dos canciones sigue con el trap combinado con soul y hip-hop y voces de rap en el fondo. En “My Skin My Logo”, Solange canta en forma conversacional al lado de Gucci Mane.
“Jerrod” y “Binz” son una mezcla de R&B con hip-hop donde la voz resulta sensual y con un sonido muy noventero. El álbum cierra con tres tracks cortos tipo interludio y “Sound Of Rain”, un trap pop muy divertido pero que resulta un poco desconcertante.
When I Get Home es un trabajo sumamente apasionado y bien hecho, que aunque se mantiene en el mismo estilo que A Seat At The Table, tiene ligeras variaciones que son fáciles de digerir y nos dan a entender que Solange está dispuesta a seguir evolucionando sin dejar de hacer música con significado y 100% auténtica.