El fuego es el inicio de la conciencia del hombre, para vivir y continuar con vida se necesitó la llama para calentarse, ver en la oscuridad, hacer la comida menos perecedera y es el inicio del control del hombre en la naturaleza
Akamba representa un despertar de conciencia, busca que en cada asistente una flama se encienda hacia el disfrute. El entorno de agaves nos acerca a la tierra, a la pachamama, a la madre de la cual nacen sus agaves, nacemos sus hijos y coherentemente es ahí donde terminaremos.
Entre las banderas blancas ondeantes, el camino guía a los asistentes que llegan a la puerta, al arco de la entrada a este ritual llamado Akamba. El sol abraza y asfixia, como buen padre, sofoca sin saber, mientras en su mente eso es amar, sus hijos que a penas tocan tierra en Tequila ponen sus mejillas rojizas y sus ojos lloran. Entre los agaves hay arte, artesanía , expresión, esculturas y escenarios que rodean el lugar delimitado por miles de agaves, te hacen sentir como si estuvieras en el ombligo del mundo, de un mundo muy espiritual como la propia bebida que nace del agave.
La música surge de entre bocinas que acomodadas en tres escenarios diferentes, retumban y resuenan con pasión, pues el núcleo del sonido son aquellos artistas que entre voces, timbales, trompetas y más instrumentos, encuentran su forma de expresión. Entre aquellos artistas de la música Sunni Colón con su torso desnudó muestra la piel orgullosa y californiana. Los Hermanos Gutiérrez entre guitarras y botines empalman su sonidos que orquestan juntos un ensueño lírico y de líricas para cientos de personas que llenaron el escenario principal. Quienes pusieron el corazón y el ritmo del latir entre los presentes, Easy Star All Star, entre reggae y trompetas puso a danzar a ritmo lento a Akamba.
El corazón del maguey es lo que importa para hacer las bebidas espirituosas, pero las pencas que se les arrancan son sus brazos que manotean para cuidar su centro, que con espinas como uñas perforan la piel, abrir el corazón duele, y hasta al maguey le toca sufrir para ser libre.
Sí aquí todo es libertad, todos danzan y gritan, pareciera que la locura los poseyó, pero quien realmente tomó sus cuerpos fue ese placer que solo se encuentra en el disfrute de la vida. Todo se volvió obscuridad, pero cuando se pierde un sentido se gana otro, y así como con un escenario principal totalmente obscuro la banda mas esperada de la noche salió a la platea, Badbadnotgood enloquece de una manera tranquila, su música es el soundtracks perfecto de la noche que comienza a mostrar una luna llena de entre el mar azul de agaves.
Bomba Estéreo rompió Akamba, fue la arritmia que dio nuevo tiempo y ritmo al festival, fue quien aceleró el corazón e hizo brincar a todos, los colombianos entre gritos y caderas danzantes, interpretaron sus mejores composiciones, mientras la luna llenaba el vacío de cielo que vacío de estrellas daba un show prisma color a quienes se dignaban de voltear hacia el cielo.
Parece que todo terminaba pero solo el era el comienzo de la noche larga de tequila, con Quantic el ritmo se aceleró tanto que el cansancio cedió y se retiró durante la presentación que con ritmos latinos ponía a todos a mover el cuerpo oxidado de tierra y viento.
Es así como Akamba vino a incendiarnos, a quemarnos el cansancio e iluminar nuestros cuerpos necesitados de movimiento , es cuando nos volvimos fuego y bailamos al compás de una llama, sacando nuestras sombras y nuestras partes más luminosas. Eso hace Akamba, hace que todo se incendie para mejorar la tierra que espera ser sembrada con nuevas semillas, fuimos la semilla en la tierra quemada de Tequila para surgir dentro de un año en este festival que nos prepara para renacer de entre las cenizas.