Anagarcía es un proyecto que tiene por objetivo: ser, sin cuestionarse mucho y simplemente dejarse sentir, eso es lo que quiere transmitir el ser detrás de esta música.
¿Cómo surgió el proyecto, quién es Anagarcía?
Ana García surgió como una manera de… Soy pintor principalmente. Y nunca me ha gustado firmar. Nunca me ha gustado firmar un cuadro porque ya me parece que es algo del siglo, otro momento de la vida, ¿no? Y siempre me gustó mucho la idea de explorar el anonimato en el arte. Y a la misma vez me encantaba la idea de como que… poder tener un nombre que se pueda encontrar en muchas partes del mundo.
Ese es el punto, de eso se trata, que yo pueda ser Ana García y a la misma vez soy Ana García, pero también la idea es que cualquiera pueda ser Ana García. Y no en el sentido de que cualquiera pueda escribir estas canciones específicamente, pero cualquiera puede escribir canciones, o cualquiera puede decidir explorar distintas identidades sin que tenga como que nada que ver aparte de ser una práctica creativa.
Hay mucho de jugar. Me encanta jugar, jugar, jugar, jugar, jugar.
¿Qué piensas de la dualidad?
Siempre he sentido que todos tenemos multitudes. Y a mí siempre me ha fascinado la dualidad por un libro que leí a los 19 años que se llama Demian de Herman Hess, que escribió Siddhartha también, el libro de los viajes del Buda. Ahí más o menos se trata el tema de la dualidad en una manera más amplia, involucrando la filosofía, la religión, varias distintas cosas.
Pero me ayudó a entender que yo solo entendía la tristeza porque entendía la felicidad y viceversa, y el valor verdadero de todas esas cosas. Entonces, en esta búsqueda de la dualidad también te das cuenta que muchos de los artistas que más me han influenciado son personas que vivieron muchas distintas etapas de su vida, que fueron distintas personas. tuvieron distintos nombres, fueron contradicciones.
Me encanta, me encanta, me encantan las contradicciones porque me parece que hay pocas cosas más humanas. Y nada, siempre tuve el deseo de como, he tenido mis mini alter egos, pero poder anclarlo a algo concreto como la música fue algo que hace tres años tuve la idea con Ana.
¿Cómo te vulneras como artista detrás de Anagarcía?
A veces me río tanto y me parece tan divertido porque precisamente es como que siento que como artistas somos medio provocadores, ¿no? Y somos muchas veces espejos para lo que uno no quiere ver, lo que uno no quiere ver en la sociedad o en sí mismo. Y creo que todos los seres humanos somos así, pero creo que tenemos como artistas, por estar involucrados en un oficio que requiere manifestar tu vulnerabilidad, creo que somos particularmente susceptibles a hacer estos espejos.
Y yo cuando caí en cuenta de que… ¿De qué era este espejo? Dije, es como esto de Ana García, es como un gran, más que nada es una gran manera de hipervulnerabilizarme sin hacer nada. Y ahora que he ido desarrollando la música y el concepto de Ana, voy aprendiendo quién es Ana todos los días. Porque todo y todos me informan de quién es Ana.
Oye, y por ejemplo mencionas, ¿no? Pues de esta gente que te ha influenciado, ¿quiénes han sido?
O sea, artistas, el primero fue Arthur Rimbaud, el poeta surrealista francés, simbolista, perdón, poeta simbolista francés que se retiró a los 17 años como en la vanguardia de la poesía en Francia en el siglo… Creo que quiero decir 18, siglo XIX.
Y se fue con su amante, que era otro poeta, Paul Verlaine, y se fueron a alguna otra parte de Francia y él acabó muerto vendiendo armas. Y es como la mayor contradicción del mundo. Este chico que se retiró de la poesía en el momento más fuerte de todo eso y creó un movimiento poético. Pero a la misma vez el man acabó vendiendo armas con su amante o novio y murió así.
De ahí Bob Dylan. Musicalmente no hay nada en mi vida que me ha movido más o que signifique más para mí que la música de Bob Dylan. Encuentro nueva música del hombre todo el tiempo y agradezco a Dios que existe este hombre porque no sé qué estaría haciendo yo en mi vida, de verdad. Quizás no estaría siendo nada creativo. Cuando encontré la música de Bob, abrió dentro de mí como… una búsqueda perpetua por escuchar música que se enfocaba más que nada en el contenido lírico.
Me gusta mucho la trova, por ejemplo, en español siempre me encantó como el rock americano, británico de los 60s, 70s y más tarde la música indie, especialmente del año tipo 2000 a 2012.
¿Tú dónde creciste? ¿Dónde naciste?
En Quito, Ecuador y de ahí a los 18 años me mudé a Estados Unidos y estudié pintura Georgia en SCAD, una universidad de arte y diseño ahí, y de ahí saqué mi maestría en las bellas artes en el colegio del Instituto de Arte de Chicago que es un colegio vinculado con un museo muy importante en Chicago.
¿Dónde crecí? Ecuador, o sea, yo me siento, o sea, mira, yo soy americano, o sea, mi mamá es americana, yo nací en Miami, pero me preguntan dónde soy, yo soy ecuatoriano, o sea, la comida que más me gusta, el lugar donde más conmovido me siento por la existencia, por la presencia del momento, por donde está la gran mayoría de la gente que más amo y donde está mi familia y mi país es el Ecuador, o sea, incluso te diría la comida más rica del mundo es la comida ecuatoriana.
¿Cuánto tiempo lleva ya gestándose el proyecto de Ana García?
Ana… Ana empezó tal cual hace como tres años que yo hice esa decisión de ser Ana. He estado escribiendo mucho, mucho tiempo más que eso. Por mi propia cuenta, he tocado en grupos más experimentales y más como proyectos colaborativos con amigos.
Me encanta que en el arte se puede colaborar y aún más qué placer si puedes hacerlo con alguien cercano a ti, ¿no? O alguien que no conoces para nada. Fantástico. Entonces, sí, yo he estado escribiendo por mucho tiempo, pero realmente Ana… y este proceso de hipervulnerabilizarme me ayudó a tener como la fuerza y la confianza en mi propia música como para darle un salto importante.
Cuéntame un poquito del lanzamiento, debut, de dónde surgió…vas a armar un álbum ya durante este transcurso del 2025, ¿cierto?
Sí, estoy trabajando otro álbum ahorita. El primer álbum, que son ocho canciones, es más corto que el siguiente, se llama Hari Hari Hari. Mis amigos gringos que no pueden pronunciar la R me dicen Hari.
Es muy lindo, es muy lindo, tan tierno. Entonces yo decía Hari Hari Hari porque más recuerdo a Hare Krishna también. Siempre quiero que los nombres de los discos de Ana García tengan algo que ver con nombres, con identidad.
Este disco Hari, Hari, Hari va a salir el 14 de marzo y sale un último single en febrero. Ahorita estoy en Madrid trabajando en el próximo álbum que se va a llamar Rey Marciano. Sería genial que a mí se me haya ocurrido ese gran nombre, pero la verdad es el nombre del padre de un gran amigo que se llama Reinaldo Marciano.
¿De dónde surgió la idea de este single de debut? Cuéntame un poquito la historia de esa canción.
Todas estas canciones que estoy grabando ahorita y las que han salido, las grabé en Madrid. Tienen distintas… maneras de leerse, pero lo que quiero enfatizar es que como salen de un proceso del subconsciente, o sea, salen casi que primordialmente por improvisación la letra, y de ahí la edito un poquito, pero no le cambio mucho para que no pierda su esencia, pero me doy cuenta que es como, no sé qué quiero decir yo a través de las canciones, pero las canciones saben qué quieren decirme a mí, y yo aprendo mucho de mi vida por las canciones.
Me cuesta a veces escribir en español porque me pongo muy como cursi, nace con las lenguas románticas, pero esta canción es definitivamente una canción… de amor para alguien que amo y amé mucho.
Cómo es que podrías definir en unas tres palabras todo el proyecto de Ana García
Corset, binoculares, procesando…y al decir procesando me refiero a estar siempre en el proceso, es decir, que mientras esté enamorado del proceso no importa qué tanto me guste el producto final la verdad.