Pocos artistas pueden presumir de tener dos vidas musicales exitosas y paralelas. Javier Blake es uno de ellos. Como líder de División Minúscula, comanda una bestia de rock que revienta festivales; como solista, se desnuda en un formato íntimo que explora las cicatrices de la adultez. Con su nuevo álbum, «Cuenta A Dios Tus Planes», y una gira en solitario, nos sentamos a platicar con el compositor sobre la melancolía como motor, las «cosas de grandes» que odia y por qué sus dos «matrimonios» musicales no se ponen celosos.
Fotos: Daniel Patlán
Revista Kuadro: Javier, en tu nuevo álbum, «Cuenta A Dios Tus Planes», hay canciones como «Cosas de Grandes», se sienten muy… adultas. ¿Es este disco tu forma de reconciliarte con la idea de crecer?
Javier Blake: Muchos tienen muchos fracasos, entonces creo que poder hablar de todo eso desde una adultez, desde una madurez, tanto personal como artística, es parte del proyecto. No digo que División no la tenga, pero en un setlist de División tenemos canciones que escribimos cuando teníamos 18 años y canciones que escribimos cuando teníamos 45. Es un panorama muy grande de tiempo. En el proyecto de Javier Blake es algo mucho más actual, creo yo.
Revista Kuadro: Tienes dos «matrimonios» musicales al mismo tiempo: División y tu proyecto solista. ¿Cómo le haces para que no se pongan celosos? ¿La banda no te reclama por guardarte las canciones más «tristonas» para ti solo?
Javier Blake: (Risas) No, fíjate que no, ¿eh? No me han dicho nunca eso. Siempre me han celebrado la decisión. De hecho, cuando pasó, lo primero que me dijeron fue como: «pues ya te habías tardado». Siendo yo el compositor de la banda y siendo tan cercanos, División es una banda donde todos tenemos un gusto común, pero si nos sentamos a hablar de preferencias musicales, cada uno tiene una personalidad muy distinta: a uno le gusta el metal, a otro el country… convergemos en el sonido de División.
Revista Kuadro: Entonces, el proyecto solista es para lo que no cabe en División…
Javier Blake: Claro, yo no haría algo solista que sonara igual. Si pudiera hacerlo con División, lo haría con División. Lo estoy haciendo porque necesito un espacio diferente. Con División, la gente ya ubica y espera ciertas cosas, y eso es algo que quiero respetar. Yo no quería forzar a la banda a hacer canciones que no encajaban, ni tampoco sacrificar una canción con violines o piano para que entrara en el contexto de División. Ahora tengo un espacio para ser más libre creativamente y hacer las canciones como siento que se tienen que hacer, sin precedentes.
Revista Kuadro: ¿Y cómo manejas esa dualidad? Acabas de reventar festivales con División y ahora te vas a un show más íntimo. ¿Es un alivio bajar el volumen?
Javier Blake: ¡Claro! En División somos tres guitarras con el amplificador hasta el once, ¡imagínate! Esa es la personalidad de la banda. Pero es difícil que un compositor te diga que solo le gusta lo que hace con su proyecto principal. Yo no nací escuchando punk rock, eso lo descubrí en mi adolescencia. Crecí escuchando a los Beatles, los Rolling Stones, los Beach Boys… música que oíamos en la radio de la frontera. Son gustos que siempre tuve, y ahora simplemente tengo este espacio para no forzar esas canciones, sino dejarlas ser.
Revista Kuadro: Tu carrera solista se describe como «más personal». Pero letras de División como «Sognare» o «Sismo» son himnos personales para miles. ¿Cuál es la diferencia?
Javier Blake: Siempre he sido muy honesto al escribir. Lo que creo que tiene más de intimidad es esto, obviamente, sonoramente hablando, es bajar la intensidad. Entre más callado, más íntimo siempre va a ser. Pero líricamente, los temas que trato y la forma en que los trato es muy diferente. Me gusta tratarlo como en una especie de relato, Definir personajes, lugares, colores, olores… que te haga sentir que estás viendo esa pequeña película que te estoy platicando. Quisiera aprender a relatar de una manera más cinematográfica.
Revista Kuadro: El Javier de «Extrañando Casa» escribía sobre irse. El Javier de ahora escribe sobre lo que encontró en el camino. ¿Qué le diría el Javier de «Cuenta A Dios Tus Planes» a ese joven punk?
Javier Blake: Yo lo que le diría es: «Sigue divirtiéndote, no tengas miedo, sí hazlo». Es mejor pedir perdón que pedir permiso siempre. Creo que eso es algo que diría. «Inténtalo, hazlo, no importa si no sale». Simplemente sigue tu corazón, que es algo que he hecho con mi carrera y mi vida siempre. Muchas veces no me ha salido bien como yo esperaba, pero la mayoría de las veces la vida me ha dado la razón.

Revista Kuadro: Tus letras son la biblia de la melancolía. ¿Alguna vez escribes algo súper feliz y dices: «Nah, le falta sufrimiento»?
Javier Blake: (Risas) Fíjate que para este disco, yo me sentí en un lugar muy caído, muy bajo, y me propuse hacer un disco optimista, para arriba, de fiesta. Y no, pues como dice el título, «Cuenta A Dios Tus Planes». No soy ese tipo de artista que puede predeterminar y decir «voy a hacer una canción feliz y vamos a bailar todos». Simplemente es lo que saco y es lo que termina saliendo. Así como hay gente buena para escribir canciones de baile, en mi caso me gusta adentrarme en temas sensibles.
Revista Kuadro: Ya que lo mencionas, «Cosas de Grandes»… De todas las cosas de adulto (impuestos, dolor de espalda, ir al súper), ¿cuál es la que más odias y te hace querer volver a Matamoros?
Javier Blake: (Risas) ¿Qué es lo que más odio? Pues obviamente las responsabilidades de adulto: pagar renta, pagar esto… ¿Qué es lo que más extraño? Pues que no te preocupabas de nada. Te tenías que sentar en la mesa y la comida estaba servida, la ropa lavada y ¿cuál renta? Que se preocupe mi papá. Yo ahorita, ya siendo un hombre de 48 años y con una hija de 9, esas responsabilidades se vuelven más grandes, pero al menos tengo esta dicha que es ella. Todo vale la pena.
Revista Kuadro: En el show de ahora en el Blackberry, ¿te permites colar alguna de División, o ya no las necesitas?
Javier Blake: Fíjate que gracias a la vida, desde que saqué el primer disco solista, ya nunca he tocado canciones de División. No las necesito en cuanto a tiempo para cubrir el set. Y no tengo nada en contra, son mis canciones, pero creo que mientras la banda exista, hay que dejarle eso a la banda. Qué mejor que tocarlas con mis amigos con los que las escribí. No le veo necesidad.
Revista Kuadro: Viniendo de «Extrañando Casa», ¿disfrutas provocar ese «latigazo cervical» en el fan punk que va a tu show esperando un mosh pit y se encuentra con baladas?
Javier Blake: ¡Pues sí, la verdad sí! (Risas). Los artistas que admiro son esos que no se quedan parados en el mismo lugar, esos Bowies que te sorprenden. Estaría raro que alguien fuera al concierto sin escuchar absolutamente nada, solo por mi nombre. Yo los invito a que escuchen mis dos discos y vean por dónde va la cosa. Y si son de esa gente que me sigue desde el principio, pues es gente que ya está en edad como para entender muchas de las canciones que estoy presentando hoy en día.





