En el mundo de la música electrónica y clásica combinadas, la compositora Emika es una artista que necesitan conocer. Nacida en Reino Unido y ahora residente de Berlín, Emma Jolly inició su carrera en 2011 con un álbum homónimo que combinaba el dubstep con el techno. Estudió diseño de sonido, por lo que poco a poco se fue sumergiendo en la electrónica, pop, trip-hop y la música clásica, y se concentró desde entonces en combinar todos esos géneros de manera única y bien lograda.
Entre los cinco álbumes de estudio que ha lanzado hasta hoy, unos son más electrónicos o más clásicos que otros, y pudimos platicar con ella acerca del proceso de su próximo LP Falling In Love With Sadness, además de su más reciente sencillo “Run” y la causa que inspira todo este nuevo material: la salud mental de los músicos. Este disco será lanzado el 10 de octubre, el Día Mundial de la Salud Mental, por lo que parte de las ganancias irán a la fundación Music Minds Matter.
«Se trata de escapar de mi vida, de mí misma. Quería ser alguien más, alguien con amigos, amantes y un futuro diferente», explica cuando se le cuestiona el porqué de ese título. Por su parte, la realización del videoclip oficial corrió por parte de una amiga suya, Doremi Film en Berlín. Cuenta que tiene mucha inspiración de la obra del fotógrafo Helmut Newton: «[trata sobre] el hecho de cómo ha cambiado esta ciudad tan rápido con las nuevas industrias y construcciones.
»A veces siento como si quisiera escapar e ir al bosque. Escapar de la vida urbana, pero no es tan fácil hacer eso».
«El proceso del álbum fue muy largo, delicado y que requirió mucha paciencia. Quise hacer un álbum que se sintiera fluido y hermoso, de manera que la gente pueda relacionarlo con el trasfondo de sus vidas en muchas situaciones diferentes, como mientras viajan, escriben mails, ponen en orden sus casas, van al gimnasio, salen con amigos o en el carro en una fiesta, etcétera. Trabajé por años para lograr un sonido que se sintiera hermoso, profundo y bueno para el alma. Empecé a escribir y editar este álbum muy lentamente mientras trabajaba en Melanfonie, (2017) el cual fue mi primera gran sinfonía orquestal, así que Falling In Love With Sadness era como mi oasis privado detrás de ese trabajo masivo. El concepto es “transformar la tristeza en amor”, hacer hermoso algo difícil.»
Hay ventajas a la hora de combinar géneros como la música electrónica como la clásica, Emika explica: «Que hay muchas posibilidades, hay mucha belleza en esa combinación: sonido, historia, armonías, profundidades, texturas, todo es posible». Asimismo, el que posea su propia disquera le da libertad: «Yo decido todo, sigo mi corazón al 100% por ciento porque yo soy la jefa y amo eso».
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Pero, ¿por qué interesarse por un tema como la salud mental?: «Porque muchos artistas están sufriendo y la industria suele tratar de manera incorrecta a la gente creativa. Hay muchísimas plataformas enormes de música beneficiándose y haciendo millones mientras los músicos no son ni bien pagados ni bien tratados. Si tienes un “trabajo normal” y un día no te sientes bien, puedes quedarte en casa y aun así te pagan, lo cual es un sistema que no existe para los artistas.
»Ellos crean, les dan color a nuestras vidas con su arte, la música está en todas partes si lo piensas, pero no les pagamos lo suficiente; por lo que me parece una industria muy injusta.
»Es muy triste ver cómo la gente puede pagar tres o cuatro dólares por un café pero ya no están interesados en comprar álbumes»
Las pretensiones de Emika respecto a lo que podría lograr con el álbum son claras: «espero que ayude a millones de personas a sentirse mejor, más fuertes y más libres».
«Espero tocar este nuevo álbum en todo el mundo y visitar a mis fans y poder convivir con ellos, escuchar sus historias y hacer nuevos amigos. Y claro, ¡quiero ir a México! Les mando muchos abrazos a mis fans de allá», concluye
