Desde hace 14 años, Furia con Lujuria ha sido un referente en la evolución de la cumbia electrónica en México. Con una fusión de sonidos que van del house al techno, pasando por el trap y el rock, la banda ha creado un estilo único que desafía etiquetas y sigue conquistando escenarios.

En esta entrevista, nos hablan sobre su participación en Bahidorá 2025, su exploración musical con Madre Cuixe, su próxima gira por Europa y cómo la cumbia pasó de ser un género marginado a convertirse en un símbolo de resistencia. «Nos tocó ver cómo en ciertos espacios bailar cumbia era casi un pecado, pero hoy es un movimiento imparable», aseguran.

RK: A unos días de Bahidorá, ¿cómo se sienten de formar parte del cartel? Además, tendrán un show en la medianoche para arrancar el bailongo.

Furia con Lujuria: Pues muy contentos, muy, muy felices de participar. ¡Por fin se nos hizo! Teníamos muchas ganas de estar en el festival, y este 2025 se logró. Estamos emocionados de llevar nuestra música a Bahidorá y hacer que la gente baile.

RK: ¿Cómo ven la evolución del festival? Ahora hay mucha cumbia en el cartel, ¿creen que ha cambiado con el tiempo?

Furia con Lujuria: Sí, hace unos seis o siete años había más cumbia en el festival. Luego, se empezó a perder y predominó más la música electrónica. Pero ahora está regresando, y eso es bueno. Creemos que la gente lo pide, que no todo sea solo electrónica, sino que haya una mezcla de géneros.

RK: Ustedes han hecho este tipo de cumbia desde hace casi 15 años. En los últimos tres años ha habido un resurgimiento del género con fusiones como cumbia dark y psicodélica. Pero ustedes lo hicieron antes. ¿Se sienten precursores?

Furia con Lujuria: En cuanto a cumbia electrónica, antes de nosotros hubo un colectivo llamado Cumbia Futurista, donde estaban Afrodita, Sonido Desconocido y Changorama. Más o menos dos o tres años después comenzamos nosotros con Furia con Lujuria. Ese movimiento fue nuestra inspiración, y creemos que somos parte de una segunda generación de cumbia electrónica.

En Oaxaca, sí fuimos de los primeros en retomar la cumbia y fusionarla con electrónica, house y techno. Nos arriesgamos a mezclar no solo cumbia electrónica, sino también con trap y otros géneros. De hecho, este 15 de febrero cumplimos 14 años y lo vamos a celebrar en Bahidorá.

RK: Antes, las bandas de rock incluían pequeños guiños a la cumbia en su música. Ahora parece que es al revés: la cumbia integra elementos del rock. La cumbia que ustedes hacen, al igual que otras bandas en Bahidorá, ¿entra en la categoría de rock o siguen sintiéndose parte de la cumbia tradicional?

Furia con Lujuria: Nunca nos hemos considerado una banda de cumbia tradicional. Nos vemos más como una banda alternativa con sonidos de cumbia. Nuestro show no es el clásico de cumbia, por ejemplo, no usamos batería convencional, solo timbales y secuencias electrónicas, además de sintetizadores y trompetas.

Es una fusión de elementos que hace que nuestro sonido sea distinto. Incluso la puesta en escena es diferente, más cercana a un concepto audiovisual. Cuando podemos, usamos visuales que refuerzan la idea de la fusión de géneros.

RK: Han trabajado con Poncho Toledo, quien viene más del rock. ¿Cómo ha sido esa colaboración?

Furia con Lujuria: Ha sido interesante. Poncho, por el simple hecho de ser mexicano, lleva la cumbia en su ADN, como muchas otras personas. Es parte de la formación social y musical del país. Cuando nos escuchó, le interesó nuestra fusión y quiso trabajar con nosotros.

Además de Poncho, hemos colaborado con figuras del rock como Dr. Shenka y Leonardo de Lozanne. Aunque los conocemos por su faceta rockera, en su vida diaria escuchan de todo, incluida la cumbia.

RK: También traen a Madre Cuixe, un proyecto completamente distinto. ¿Cómo nació esta propuesta?

Furia con Lujuria: Madre Cuixe está inspirado en la energía de la tierra, el sol y las plantas. Es un proyecto muy ecléctico. Usamos máscaras que representan los elementos naturales, y el sonido es más orgánico y experimental, pero siempre con la intención de conectar y hacer bailar a la gente.

A veces hemos presentado Madre Cuixe junto con Furia con Lujuria. En festivales, por ejemplo, tocamos con Madre Cuixe al atardecer, y cuando cae la noche, entra Furia con Lujuria con una energía más fiestera.

RK: Hay poca música de Madre Cuixe en plataformas. Encontré algo en SoundCloud, pero, ¿dónde y cuándo podremos escuchar más?

Furia con Lujuria: Hace mes y medio lanzamos el primer EP de Madre Cuixe en Spotify. Tiene dos canciones, y en YouTube hay un video. Tenemos más música lista y un show de casi una hora, pero solo hemos publicado dos temas. La idea es lanzar más pronto.

RK: Volviendo a Furia con Lujuria, veo que tienen varios sencillos, pero no un disco completo. ¿Está en sus planes sacar uno?

Furia con Lujuria: Un álbum como tal, quién sabe. Ahora conviene más lanzar sencillos en lugar de discos completos. Tal vez hagamos una compilación con algunos temas nuevos y versiones reimaginadas de nuestras canciones. En vivo siempre cambiamos las canciones: a veces las alargamos, les agregamos secciones nuevas o las hacemos más cortas. Quizá en algún momento lancemos un material que refleje cómo suenan ahora.

RK: Después de Bahidorá, ¿qué sigue para ustedes?

Furia con Lujuria: Tenemos fechas en Oaxaca y estamos planeando nuestra primera gira por Europa. Nos han invitado varias veces, y creemos que este es el momento. Lo más probable es que vayamos en junio, julio o agosto.

Después de 14 años, sentimos que es necesario llevar nuestra música a otros continentes. Ya hemos tocado en Colombia y la experiencia fue increíble. Ahora queremos probar en Europa, donde lo latino está en auge.

RK: Hay una frase de Son Rompe Pera que dice que “la cumbia es el nuevo punk”. ¿Lo creen así?

Furia con Lujuria: Sí, lo hemos vivido. En Oaxaca y otros lugares, hace años escuchar cumbia no era bien visto en ciertos círculos. A la banda le daba pena bailar cumbia en eventos. Nos tocó ver cómo, poco a poco, la cumbia se abrió paso en escenas donde antes solo había punk o ska.

Hace años, nos invitaron a tocar en un rave y, a los cinco minutos, nos bajaron. Ahora la situación ha cambiado mucho, pero en su momento, llevar la cumbia a ciertos espacios era casi un acto de resistencia. En ese sentido, sí, la cumbia es el nuevo punk.