El viernes pasado nos lanzamos al House of vans a disfrutar el regreso de la banda australiana a nuestro país. Con un set de 8 canciones, KG&LW mantuvo felices y bailando a todos sus espectadores que acudieron a la cita para presenciar este gran concierto.
El público no paraba de saltar, se encontraban felices, coreando todas las canciones que la banda nos presentaba, se podía ver un ambiente excepcional, lleno de sonrisas, donde no parábamos de cantar y por supuesto la cerveza se hacía presente durante la noche, la cual fue una fiel acompañante, que hizo de la presentación fuera aún más eufórica y emocionante.
Se disfrutó de un set muy extenso, acompañado de toda la psicodelia, y de fondo podíamos ver imágenes llenas de colores alucinantes, transportándonos a una atmósfera de fiesta y mucha alegría, el house of vans se encontraba abarrotado.
La banda talonera y encargada de abrir el concierto fueron “The Americojones Experience” y vaya que lo hicieron de una manera brutal, calentaron motores para lo que se venía. Conforme avanzaba la noche los guitarrazos aumentaban y con esto también aumentaba la alegría y emoción de las personas que acudieron, su rock alucinante, pero a la vez bailable, fue una pieza que encajaba perfectamente con el público y con el ambiente que se vivía aquella noche del viernes 13 de mayo.
Llegó la hora más esperada de la noche y por todo el público, el regreso de unos grandes a nuestro país, si así es, hablamos del espectáculo que nos brindaron esa gran noche los King Gizzard, de inicio a fin la banda australiana nos hizo bailar y gritar al ritmo de todas sus rolas, desde el comienzo del concierto pudimos notar las filas inmensas que se formaban, dándole la vuelta a toda la calle, el momento más esperado de la noche había llegado, el set da inicio con “Head On/Pill” una rola que nos hizo viajar durante los 16 minutos que la escuchamos, pudimos notar que estaba dividida en 2 partes, pero eso no afectó en lo absoluto, por que algo que sabe hacer muy bien la banda es mantener al público emocionado y expectante, que ni siquiera te das cuenta del cambio entre rola y rola.
La locura continuaba, los integrantes de la banda hacían lo propio, así como el público mexicano se les entregaba, ellos dejaron todo en el escenario, se les notaba concentrados y contentos en todo momento y siempre interactuando con su público, a mitad del concierto el set fue interrumpido por un anuncio muy especial y es que se encontraban de manteles largos, con la celebración del cumpleaños de Cook Craig, todos le cantamos las mañanitas y el pastel no se hizo esperar, el público también disfrutó de este mangar.
King Gizzard nos regaló versiones extendidas que le dieron forma a un set de ocho canciones. El cierre se dio con “Rattlesnake” y “Am I In Heaven” en un concierto lleno de sorpresas, donde los asistentes fueron parte de una íntima presentación que destruyó todo el House of Vans gracias a su ambiente que estuvo lleno de psicodelia, cervezas y mucha felicidad.
Por: Leonardo López Durán