Fotografías: Diego Vigueras

Hace 39 años en california, un grupo de amigos tomaron la decisión de crear una banda de música. Punk rock, pero, ¿porqué tenía que ser tan político?, ¿porqué no podían hablar de lo que les gusta? café, chicas, patinetas, pues bien, lo hicieron y fue tan hermoso que aquí siguen, ya no solo como una banda californiana más sino como la agrupación legendaria que ha influenciado a miles de personas, proyectos  y bandas y finalmente, en su primera visita a México la banda cumplió a los fans que los han esperado desde hace tanto tiempo. La Carpa Astros estaba repleta de seguidores ya señores de familia, papás con chamarras punk hasta milenials que probablemente escucharon la banda hace unos meses pero se enamoraron instantáneamente al escuchar ese teen angst.

Los Descendents tuvieron su primer tour en América Latina, visitando Argentina, Chile, Costa Rica, Brasil y con la culminación del tour en nuestro México querido. Con After The Fall y Gula como teloneros del show les contaremos como fue esta hermosa noche.

Algo que siempre me ha gustado de la Carpa Astros es que siempre comienzan todo a la hora prometida, son muy puntuales y así fue como a las 8 en punto de la noche los encargados de abrir el show, Gula, dieron inicio con «Fist Face» una de sus canciones más emblemáticas, como en casi todos estos eventos el lugar estaba un poco vació, la gente aún no llegaba o estaban en la zona al aire libre de la carpa, eso no impidió que la agrupación diera todo de ellos, agradecidos por la oportunidad de compartir escenario con una de las bandas que los influenció dejaron su alma en el escenario y cerraron con «Flash of Hope». Esta presentación fue la prueba de que vale mucho la pena llegar temprano a los conciertos no solo por apoyar, también para conocer y disfrutar nuevas propuestas.

Dieron las 8:45 de la noche y las luces se apagaron nuevamente, After The Fall entró al escenario contentos de regresar a nuestro país, abrieron dedicando el show a Brian J. Peters miembro fundador que falleció a causa de cáncer y así comenzó a sonar «Reflection», canción que abre su más reciente trabajo discográfico Dedication. Tocando los éxitos de toda su discografía, la agrupación al igual que Gula expresó la increíble experiencia que era ser quienes abrieran un show de los estelares, en palabras de Matty V bajista «nadie nos cree que estemos compartiendo un venue con los Descendents pero aquí estamos».

Finalmente llegó el momento que todos esperábamos, por ahí de las 9:30 podíamos ver a los integrantes de la banda acomodando su equipo, checando el audio de las guitarras, afinando la batería o simplemente caminando por el escenario mientras la audiencia enloquecía de emoción por al fin tener a sus héroes en un escenario frente a ellos.

Cuando todo estaba listo, Milo Aukerman, Karl Alvarez, Bill Stevenson y Stephen Egerton salieron del escenario para a las 9:45 pm regresaran como The Descendents y así dar inicio a una compensación de 30 años de espera.

Que mejor manera que comenzar que con uno de sus himnos que cualquier fan de la banda conoce y corea con todas sus fuerzas, la guitarra comenzó a sonar «Got up this morning to make some coffee!» cantó Milo y el lugar explotó con «Everything Sux» la banda no tomaba muchos descansos entre canciones, al escuchar esto muchos creerían que no convivieron con el público pero en realidad no era necesario, el amor se sentía en ambos lados mientras las canciones sonaban, las sonrisas por parte de la banda como por los asistentes eran tan grandes y sinceras que no hacia falta nada más.

Tocando «Hope», «I Like Food», «Silly Girl», «Coffee Mug», «Victim Of Me» entre muchas más no hubo momento que la gente no dejara de bailar y cantar tal vez sean canciones de 2 minutos incluso de menos pero vaya que dicen mucho más de lo que otros intentan. Milo bajaba del escenario y corría y compartía el micrófono con los fans, a pesar de sus 53 años, parecía de 23.

Hubo tanta energía que parecía que la carpa caería derrumbada. El momento que tocaron «I Don’t Want To Grow Up» estoy seguro que muchos podían declararse muertos en ese momento y habrían sido felices.

Al momento de tocar «Descendents» la banda se despidió, claro que nadie se preocupó, todos ahí sabemos que existe el encore, a pesar de saber que regresarían todos comenzaron a corear «one more song!» (u «otras más» por si nunca supieron que significa eso) por supuesto que la banda regresó para presentar 5 canciones como «Feel This», «Sour Grape» y «Smile».

Nuevamente la banda salio del escenario y ahora sí, todos temíamos que no volverían a salir, pero las luces no se encendieron, lo que no muchos hacen, ¡un segundo encore! «No Fat Burger», «Kabuki» y para cerrar «Testosterone» fueron la última oportunidad para que todos ahí se soltaran y disfrutaran esta noche tan especial. Claro que no faltó quien vio el concierto a través de la pantalla de su celular o peor aún que pasaron el concierto viéndose en la pantalla de su celular para la selfie pero eso no arruinó la experiencia de todos los demás que pasamos la noche de nuestras vidas.

Bill se despidió diciendo hasta mañana, él también quería que la noche continuara sin fin, pero al darse cuenta solo nos dijo «hasta la próxima» esperemos que eso sea una promesa que se cumpla y podamos tener más Descendents en nuestro país y en nuestras vidas en el futuro.