Antes de Caifanes ya existía el rock mexicano, pero sin duda, ahora Caifanes se ha convertido en el grupo más importante del rock mexicano, y no solo porque hayan cumplido 30 años de trayectoria, si no por ser la primera banda en adentrarse a los medios de comunicación y de ese modo abrir la puerta para las demás bandas de rock de nuestro país.
El respeto que se ha ganado este cuarteto quedó demostrado al poder llenar la Arena Ciudad de México el sábado pasado en la celebración de sus tres décadas.
La noche del pasado sábado el recinto se llenó con una audiencia que seguramente no conoce dicha trayectoria en su totalidad, sin embargo, Caifanes nos hizo un recorrido a través de unas “insólitas imágenes” que aparecían en las pantallas al iniciar el recital con “Será Por eso”, canción de su primer disco de 1988.
Saul, Alfons, Sabo y Diego, iniciaron con cinco temas super emblemáticos, mismos que seguramente dejaron sin garganta a más de uno al cantarlas a grito abierto. Este preámbulo estuvo a cargo de “Para que no digas que no pienso en ti”, “Miedo”, “Te Estoy Mirando” y antes de interpretar “Viento” llegaron las primeras palabras de Saul Hernández, él nos mencionó: “Quiero hacer a un lado el pastel y la celebración a la que veníamos, ahora quiero dedicar esta noche a ustedes raza, por todo el apoyo que han mostrado por los acontecimientos por los que hemos pasado , por ello estamos a sus pies” e hincado ante su público recibió una gran ovación.
Por aquellos inicios donde Caifanes pretendía entrar a los medios de comunicación para tener una mayor exposición ante el público, se presentaban como una banda obscura y su canción que promocionaban era “Amanece”. La industria los corrió sin saber que esa canción al día de hoy, es un emblema de nuestro rock aun con ese toque de obscuridad tipo dark.
La historia que Caifanes creó en esa década los 90 nos mostró que se codeaban con grandes artistas, tanto dentro de la música, como del cine; para ellos haciendo remembranza y mostrándonos su historia interpretaron “Bestia Humana” como homenaje a Gustavo Cerati con quien grabaron dicha canción, así como imágenes grabadas por el gran cineasta mexicano “El Chivo” Emmanuel Lubezki.
Dice Saul que el recorrido ha sido largo y que gracias a la ayuda de amigos, es que Caifanes se pudo convertir en lo que es ahora, por ello como agradecimiento a Gilberto Aceves Navarro, quien fue el creador de la imagen del Nahual que todos conocemos; le dedican “Afuera”, canción que tuvo que ser reversionada por su guitarrista Rodrigo Baills, quien sustituye a Alejandro Marcovich.
Aunque Alejandro ha estado lejos de la banda, el público sigue sin aceptar que Caifanes solo sea un cuarteto y al sonar “Aquí no es Así” no nos termina de convencer el sonido que Baills le pone. Posteriormente al interpretar “No dejes que”, en las pantallas se alcanzan a ver la imagen un Marcovich joven, que aún no estando presente recibe los elogios por parte de todos los asistentes.
Uno de los momentos que nos enchinó la piel, fue cuando llegó el turno de «Vamos hacer un silencio» dedicada a nuestro México, donde Saul pidió “Que viva México siendo libre y sin asesinatos. Que viva México sin drogas. Que Viva México sin Feminicidios, entonces sí. ¡Que Viva México!» El público con el puño en alto entonó la canción de principio a fin seguida de un cielito lindo.
En este momento de conciencia y hermandad, Caifanes dedicó “Héroes” de David Bowie para “El Idiota de Trum y el estúpido muro”.
Este relato de tres décadas iba llegando a su fin, pero no se podían ir sin antes dejar que el público cantara de principio a fin una de las canciones más representativas “La Celula que explota” y cerrando como lo han hecho durante varios años con “La Negra Tomasa”, solo que esa vez agregarían el plus de la canción “Bilongo” un cierre perfecto con una versión pocas veces vista.
