Fotografías: Carlos Saín
Las primeras ediciones siempre definen el futuro de cualquier evento, asistir es echar una moneda al aire y dejarte llevar por lo impredecible que es el destino, ya que realmente no tienes algo que respalde una buena experiencia, salvo la promesa que compraste en forma de boleto…o pulsera cashless.
El Festival Solar GNP, nos prometió la remembranza de un camping day en familia y sí lo fue pero hubo detalles que no se deben pasar por alto pero ya llegaré a ellos conforme avance la reseña.
Desde muy temprano familias enteras llegaron, el olor a coco de los bloqueadores solares se mezclaba con los toques herbales de la flora y la humedad de las fuentes de Jardines de México. El calor, qué decir del calor. Acá en CDMX, nos quejamos por nada, lo bueno es que había varios spots para tomar sombra y descansar. Lo malo, el primer acto comenzaba a la 1pm y justo a esa hora comenzó a entrar la gente al venue, ¿quiénes pudieron disfrutar Musaro y todo su jam jazz? Realmente muy pocos. El sol estaba en su punto máximo mientras Los Brass calentaban los ánimos de la poca gente que poco a poco se acercaba al escenario «Vivir es increíble» y descansaba sobre el cuidadísimo pasto.
Cuando llegaron Los músicos de José al escenario principal, tocaron finísimo. Sonaron impecables pero igual no había tanta gente aún. Me preocupé pero al mismo tiempo me alegré. Más Kool And The Gang para mí. A la par el escenario «Bermuda» tenía a Gigio Romero, Batalá México y a la leyenda jamaiquina Brushy One String, crea tanto con solo una sola cuerda en una guitarra.
Solar comenzó realmente cuando llegó el turno de Diego El Cigala, cantaor de flamenco gitano. Que puso a bailar a todos bajo el sol y descalzos. Los movimiento sensuales no se limitaron a embriagar los cuerpos jóvenes, aquellos con más vida a cuestas vibraron a través de la voz de Diego El Cigala quien tomaba el micrófono con su mano enfundada en anillos dorados mientras miraba y sonreía a su público y cantaba «Moreno soy».
Uno de los escenarios que me dio tristeza por lo escondido que estaba fue el «Cascabel», casi todo estaba lejos de él y ver a dos o tres personas perdidas sin entender muy bien qué hacía un escenario en medio de la nada y a los músicos tocando ante casi nadie me recordó a ese koan que dice «Si un árbol cae en un bosque y nadie está cerca para oírlo, ¿hace algún sonido?»
Sin avisar, comenzó ese rush de energía y música que nos llevaría a extásis músical, nostálgico y emocional. Los encargados de encaminarlo fueron Kool & the Gang con sus éxitos «Get Down On it» y «Celebration», la banda de New Jersey no solo puso a bailar con groove sino que levantaron pasiones que sonrojaron a más de uno, pregúntenle a Robert «Kool» Bell.
Le siguió Ms Lauryn Hill. Antes de que la rapera saliera al escenario, DJ Reborn realizó un warm up con un set que incluyó muuuucho reguetón y Selena, con eso tuvo todo para ganarse al público y dejarlo en un punto perfecto para recibir a Ms Lauryn, quien dominó -de forma literal y metafórica- el escenario, al hacer que sus músicos y coristas sonaran impecables pese a los problemas técnicos.
Cuando llegó el turno de Tears For Fears, estoy seguro de que todos estábamos en la mejor parte del rush porque esa parte de la promesa comprada se hizo factible en el momento que sonaron los primeros acordes de «Everybody wants to rule the woooorld». El puente generacional tan ambicionado por Solar por fin completaba su proceso al escuchar todas las voces de los asistentes al unísono cantar junto a Curt Smith y Roland Orzabal fue tremendo.
Sadly, al mismo tiempo, en el escenario Bermuda tocaba Sr. Mandril. Poca gente estaba para verlos iniciar su set pero como un milagro, mucha gente comenzó a cansarse de Tears For Fears para caerle a su groove y bailar como si la noche no tuviera fin.
El rush bajó cuando por el altavoz anunciaban que el set de uno de los pilares de la cultura house Dimitri From Paris, no iba a presentarse hizo que muchos empezaran a emprender la salida del fest. En su lugar hubo un mix de música ochenter, en la que sí, se colaron canciones de Luis Miguel.
En una era donde las experiencias únicas se pueden capitalizar, Solar sí logró reunir de nuevo a la familia, logró hacernos salir de casa para emprender una aventura de fin de semana en un lugar hermoso e infinito, sin embargo no logró darle protagonismo y empuje a todos los proyectos que componían su cartel, tanto en la parte gastronómica como en la música al dejarlos alejados del centro de atención, aún cuando la intención dentro del concepto del festival no fuera era esa.