Fotos: Emilio Sandoval

Una de las muchas razones por las que Matt Shultz, vocalista de Cage The Elephant disfruta tocar en México es porque aquí se siente normal aún cuando nada de lo que hace se considera normal. De la misma manera pasó el concierto que la banda estadounidense ofreció el 21 de octubre en el Pepsi Center en la Ciudad de México, un concierto lleno de energía que transitaba entre el público, Matt y el resto de la banda.

 

Empezando con una puntualidad envidiable, Spoon fue la banda encargada de abrir el concierto e ir preparando al público para lo que se vendría más adelante. Con cancines como “Do I Have To Talk You Into It”, “Hot Thouhts” “Inside Out” y “Don’t You Evah” la banda texana mostraban una soltura envidiable arriba del escenario y una emoción por estar de vuelta en nuestro país después de su última visita en el 2017.

El público era recíproco con esa energía y coreaban las canciones que conocieran y tarareaban las que no mucho. Con siete canciones y 45 minutos exactos, el Pepsi Center fue totalmente suyo para hacer lo que quisieran y lo aprovecharon muy bien.

Una vez que Spoon bajó del escenario y el público se reacomodó, a punta de empujones vale la pena mencionar, tuvimos que esperar cerca de 30 minutos más en lo que el Staff preparaba el impresionante escenario de dos pisos y terminaban por afinar los hermosos instrumentos que ya estaban preparados.

La espera fue un poco larga pero valió completamente la pena en el momento en que sonó el primer acorde de “Broken Boy” y fue desde ese momento en que el público se volvió loco. Los empujones, los brincos que te llevaban de un lado a otro quisieras o no y los vasos de cerveza volando por los aires, empapando a cualquiera a su paso, me incluyo entre aquellos desafortunados, no se hicieron esperar y la locura en ese momento fue enorme.

Matt iba vestido con un traje espectacular con pantalón de varios colores, chamarra metálica, sombrero que le combinaba y una mascara bastante interesante. Corría de un lado a otro del escenario, brincaba, jugueteaba con el resto de la banda y transmitía toda esta energía al público que parecía querer hacer lo mismo.

Así pasaron canciones como “Cry Baby”, “ Spiderhead” y “Too Late to Say Goodbye” donde los ánimos nunca cayeron, la energía seguía a tope y la cerveza continuaba volando por los aires.

¿Recuerdan esos shows de artistas como Beyonce o Britney Spears en el que hacían entre 3 y 4 cambios de ropa durante el show? Pues algo parecido hace Matt, excepto que él no sale del escenario para hacer el cambio, simplemente lo hace ahí arriba quitándose capa por capa de ropa, hay que ser eficaces y nada mejor para eso que llevar cuatro cambios de ropa puestos. Eso sí, nos modeló una bella blusa bordada bastante mexicana que quedaba muy bien con cualquier pantalón que tuviera debajo.

Parándose de cabeza, desnudándose o sacando props de los lados del escenario, continuó cantando canciones como “Cold Cold Cold”, “Social Cues”, “Mess Around” y “Trouble” parando de vez en cuando entre canciones para mostrar su emoción y felicidad por estar en México y agradecer a todo el público por estar ahí.

El resto de la banda lo seguía de la misma manera, Brad bajaba con el público y los incitaba a brincar y gritar junto a él, mientras que Daniel lo seguía pero mucho más tranquilo. Aun así, hicieron perfecto uso del enorme escenario y espacio que tenían disponible; subían y bajaban y se mezclaban entre ellos tocando “Skin and Bones” “Telescope” “Come a Little Closer” o “Shake Me Down”.

Cerca del final, después de muchos pantalones y gorras usadas Matt nos contó que le encanta estar en México porque en otros lugares la gente parece estar preocupada por él y su extrañeza nata, tal vez desacostumbrados de ver sus (asombrosos) pasos de baile en los que todo su cuerpo parecía contorsionarse o su al parecer inagotable energía, mientras que en México lo vemos como si fuera uno de nuestros amigos haciendo alguna cosa graciosa y en lugar de querer ayudarlo, nos queremos unir a él.

La noche terminó de manera sentimental con “Love’s the Only Way” y “Goodbye” canciones con las que escuché a más de uno llorar y fue hasta ese momento en el que el público se quedó quieto. Pero no por mucho, ya que Matt decidió bajar con la gente y no solo ponerse frente a ellos, sino que sobre ellos, literalmente, ya que con ayuda de todos, empezó a caminar sobre el público varios metros adentro, hasta que culminó tirándose sobre ellos.

Sin duda, Cage The Elephant triunfó con este concierto, dejando al público solamente con ganas de más, pero totalmente satisfechos con lo que habían vivido, incluso con el baño de cerveza incluido y los empujones y golpes, que son parte de un concierto con tanta energía.