Por: Verónica de la Mora
En este 2020, Sexores regresa a la escena musical con Salamanca, un álbum descrito como una: «interpretación de cuentos de brujas y libros mágicos». En él, lleva al escucha por una trama sonora en la que juegan con ritmos electrónicos bajo el synthpop que resulta en imágenes oscuras que son delicadas y nos invitan a ser parte de este aquelarre.
Hablar de Sexores es evocar a un sonido que abraza la nostalgia bajo un filtro de escenarios turbios y seductores, cuyas melodías suaves pueden tornarse a algo enérgico que combina a su vez, el dreampop y darkwave. Cada material del grupo plantea diferentes visiones, pero si algo es seguro es que las atmósferas profundas llevan a una exploración interna tanto de los músicos como para quién escuche la música.
David Yepez y Emilia Bahamonde desde 2010 emprendieron su camino musical en Ecuador con un primer EP: 001. De aquí la banda siguió haciendo música y lanzando álbumes corta duración hasta 2018 con: East/West, con mayores referencias a un sonido ochentero, y una estética entre el neón con ciertos toques sombríos.
A diferencia de su predecesor, Salamanca es oscuro, es hipnotizante. Tanto en sonido como en lírica, el álbum maneja el tópico de las brujas y reivindica a estas mujeres asesinadas en tiempos lejanos. Nos transportan a escenarios boscosos y fríos a partir de elementos más allá de las guitarras y voces distantes, encontramos pianos, cánticos en lenguas distintas así como sonidos de aves que ambientan esta atmósfera.
El álbum se presenta con “Aqueronte” una introducción en sintetizadores para entrar de lleno con “Volantia”, un tema que retoma el concepto del álbum y la convierte en una de las piezas centrales del mismo. Posterior a ella sigue “Decretism”, perdiendo la voz de Emilia en un punto para terminar en palabras que bien podrían ser un conjuro.
Temas como: “Hannya”, “The Depressing Sounds of the Witch” o “Salamanka” ensamblan junto a canciones que sirven como interludios en este álbum, llevando la experimentación como estandarte. Si bien, a pesar de ser un álbum conceptual, Salamanca puede resultar en momentos pesado ante lo soft noise y el darkwave en un punto bastante denso.
En trece tracks, Sexores sintetiza una etapa en su carrera siendo Salamanca este momento oscuro con algunos destellos luminosos en su construcción. Con momentos densos y un poco aturdidores, este disco se convierte en una experiencia sonora que no puedes dejar pasar.
