¿Qué es la felicidad? Desde Aristóteles a Zygmunt Bauman la filosofía ha reflexionado sobre este sentimiento y las cosas que lo originan.
Por ejemplo, en la Grecia antigua se pensó que la felicidad estaba vinculada con la ética. Con la llegada de la Modernidad se relacionó el ser o estar feliz con la dignidad humana y en 1776 se convirtió en un derecho humano.
Actualmente, las respuestas son muchas y ninguna es la correcta. No obstante, Álvaro Díaz se aventó a la discusión desde la música y con un discurso distinto al académico con su álbum Felicilandia.
El cuarto álbum del cantante puertorriqueño es su obra más ambiciosa conceptualmente. A través de 16 canciones, Álvaro nos lleva en un viaje sonoro donde se propuso un objetivo: “encontrar la felicidad”.
A pesar del reto que representa esta tarea, asumió este compromiso para demostrar que su música está subestimada.
En entrevista, Álvaro Díaz reconoció que publicar Felicilandia significa un antes y un después en su carrera, puesto que es su obra más importante hasta ahora.
“Es mi reto más grande hasta ahora. Es el proyecto del cual me siento más contento de haber creado. Lo siento como mi álbum debut porque es el primer disco que compongo como un álbum. Mis proyectos anteriores también son álbumes, pero los considero más como mixtapes”.
El disco dura 52 minutos y 57 segundos, pero realizarlo tardó más de dos años. La idea comenzó en un viaje en Puerto Rico durante un proceso de transición en su carrera en donde se enfrentó a la disyuntiva de trabajar por inercia o por convicción.
“Mi primera, primera idea sobre el disco surgió en 2019. Aunque yo tenía ideas sobre el proyecto, estaba al mismo tiempo trabajando en Días Antes. Pero, llegó la pandemia y lo complicó todo. Por cuestiones de la disquera se juntó el trabajo y no podía sacar ninguno de los dos proyectos, aunque ya estaba casi listo Días Antes”.
Colaboraciones en distintas latitudes
Felicilandia cuenta con nueve colaboraciones que van desde Raw Alejandro hasta Bratty. Esta diversidad de estilos significó un desafío para hacer que cada tema tuviera su propia identidad, pero sin desentonar con la armonía del disco.
No obstante, el trabajo más complicado fue grabar a la distancia por las restricciones de la pandemia.
“Mezclé temas por Zoom. Era de los más tedioso del mundo porque yo soy un artista que trabaja face to face. Estoy ahí metido al lado del productor, pero ahora trabajar de lejos fue estresante. Para mí un sonido debe quedar cuando todos están en una misma sintonía, en el mismo universo, y ahora no sabía lo que sentían los demás”.
Una ventaja que contribuyó a sacar adelante cada canción fue la disciplina de Álvaro para escribir. Cuando él invitó a cada uno de sus colaboradores, los temas ya estaban listos para grabarse y seccionados por partes.
“Normalmente yo siempre tengo ya los temas preparados para no iniciar de cero. Sólo el de Feid tuvo cambios porque tenía una idea y el nombre de la canción. Pero, todas las colaboraciones son diferentes con Feid grabó desde Miami. Con Raw teníamos varios meses trabajando en el tema. También con Yatra se hizo desde Florida”.
Álvaro no teme decir que sus colaboraciones son para impulsar y llevar a otro nivel su música. Por ello, escogió personalmente a cada artista.
Una de ellas fue Bratty, una cantautora de Culiacán, que compuso la melodía y los coros del tema “Shh”. Gracias a ella, el tema pudo ver la luz después de 10 años.
“El disco está muy inspirado en lo que hace Bratty, una especie de bedroom pop. Es una influencia. Cuando conocí su música me convertí en fan. Escucho sus canciones desde hace un año o dos. De hecho, esta canción tenía 10 años escrita, pero no había encontrado cómo hacerla hasta ahora y gracias a ella”.
Felicilandia como un acto de rebeldía
Las tendencias actuales en la música miden la popularidad y el valor de un artista con base en el número de reproducciones. De ahí, que la mayoría privilegie la publicación de sencillos que de álbumes.
Para Álvaro Díaz, el estrenar Felicilandia considera que hacer un disco entero es ir en contra de la industria actual, aunque no es nuevo para él, puesto que toda su carrera se ha caracterizado por esto.
“Yo pienso que es un cambio. Se me hace más fácil que la gente entienda el mensaje de mi música cuando escuchan un proyecto completo. Es un riesgo que nos tomamos, pero yo confiaba en que el álbum iba a hacer entender más a la gente. La respuesta ha sido muy favorable, más de lo que yo esperaba y estoy muy contento”.
Además, Felicilandia contrario a lo que muchos esperamos nos enseña que la búsqueda de la felicidad no es un camino fijo, es decir, habrá altibajos. Por ello, La primera mitad están esos temas que nos hacen brincar y bailar, pero en la segunda parte nos lleva de la mano por sonidos más lúgubres y tristes.
Álvaro fue consciente de ello y reconoce que este álbum sí es un viaje, pero sin destino porque la felicidad no es un destino fijo, sino varios y al final cada quien decide si quedar en uno o recorrer todos como las canciones de un álbum.
Después de una larga espera, el cantante y compositor puertorriqueño presentará sus nuevos temas este sábado en la Ciudad de México en el Flow Fest donde adelantó que tendrá un espectáculo que recordarán todos los y las asistentes.
TXT: Francisco Juárez