Escribiendo, grabando, produciendo y mezclando su segundo disco, Anak Ko, Melina Duterte, mejor conocida en el mundo musical como Jay Som, se vuelve a poner en la mira de todos los amantes del indie rock con un trabajo bien pensando y bien armado, que te transporta por distintas etapas de la vida.

Anak Ko toma su nombre de un dialecto nativo de Filipinas que significa “my child” y que la madre de Melina le solía escribir en cartas. El disco comienza con “If You Want It”, que nos muestra desde el principio, la importancia que la guitarra va a tener durante el resto de las canciones, ya sea como protagonista o acompañante. La voz de Jay Som es dulce, pero eso no hace que la canción sea fuerte, tanto en su sonido como en su letra, sin embargo, funciona muy bien como apertura del disco.

La siguiente canción fue uno de sus singles más destacados de este disco y se trata de “Superbike”, un poco distinta “If You Want”, ya que esta suena más a un sueño con tintes de shoegaze. La armonía de los instrumentos y la guitarra noventera son los protagonistas en la segunda mitad de la canción, mientras que Melina y la historia que cuenta, llena la primera parte.

Durante “Peace Out” bajamos el ritmo, pero no la fuerza y esto se hace notar especialmente gracias a la potencia del bajo y los tonos graves de la guitarra, las cuales vuelven a tomar el mando durante “Devotion”, sin embargo, las percusiones son brillante y podemos llegar a perder de vista o no prestarle tanta atención por la presencia de las guitarras. Aunque es una canción relativamente corta, tiene mucho que contar, tanto musical como narrativamente; y no es por dar spoilers a aquellos que no la hayan escuchado, pero el cierre me sorprendió por completo.

Otro de sus singles fue “Nightime Drive”, que es sin duda, un viaje hacia la nostalgia llena de felicidad por los recuerdos o a la esperanza de un futuro lleno de deseos. La voz de Melina complementa perfectamente este ambiente, y personalmente, sí me imagino viendo hacia fuera, por la ventana de un coche, con mis audífonos puestos mientras escucho esta canción.

La suavidad de “Tenderness” va muy acorde a su nombre, parece que te hace viajar hasta las luces de una disco, bailando bien cerquita de tu pareja, casi como en su video oficial.

Para el final del disco, empieza a sonar “Anak Ko” llenando el entorno con sintetizadores bastante interesantes y un efecto en la voz de Melina que le dan el toque final a lo que estamos escuchando. “Crown” comienza eléctricamente, como para darte la energía necesaria si estás pasando por una situación parecida a la que narra; podría decir que es una canción que acompaña a una persona, a una situación o a una emoción.

Finalmente, el disco termina con “Get Well”, nombre que no pudo haber sido más específico. Mitad introspectiva y mitad compresiva, te lleva de la mano de problemas personales pero al mismo tiempo con un toque amigable y de empatía, justo lo que muchos de nosotros necesitamos para mejorar; como círculo, es una canción bonita que cierra tranquilamente el disco.

Sin duda, Jay Som es un nombre que no podemos olvidar, ya que esta joven está empezando a crecer como pocos en la escena actual del indie rock, su propuesta fresca y a la vez intensa se nota durante este disco, y mientras más vaya madurando su estilo, estamos seguros que su música será más auténtica.