Chan Marshall mejor conocida como Cat Power nos entregó una nueva placa después de seis años de ausencia. Marshall deambula por los muchos estados de ánimo de su composición con un poder cuidadoso y suave.
La carrera de Chan Marshall es solitaria y autosuficiente como pocas otras. Su catálogo es una cadena montañosa, cada pico indiferente a lo que lo precedió y despreocupado con lo que lo sigue. Con apenas más que su voz y una guitarra, ha construido un universo rico y variable que abarca una variedad de estados de ánimo y sus álbumes se ubican a lo largo de esos estados de ánimo como estaciones de la cruz. No cambian mucho de una a otra, pero incluso si suenan similares, cada una se siente diferente.
Estos son los caminos que Marshall nos ha conducido antes: los acordes del piano se agrupan en sus propios pedales de retardo, las guitarras seleccionadas con un dedo menor como una mirada en blanco que dura un tiempo demasiado largo. Las venas de la canción para raspar todo el sentimiento que pudo.
Las letras de Chan, como lo hacen a menudo, se dirigen hacia un «tú» sin nombre, con notas de resentimiento y afirmación. En Wanderer, a menudo combina los dos, advirtiendo, acusando y calmando todo al mismo tiempo.
«No hay nada como el tiempo para darle cosas que pueda necesitar», aconseja en «You Get», un eco de Sun resalta «Nothin ‘But Time», y un pedazo de sabiduría cerca de la abuela en su efecto. Pero luego, de la misma canción: «Nunca escuchas el tiempo, nunca acumulas los tiempos». Solo una pequeña redacción, y sin embargo, se siente embarazada de significado, una acusación que fue lanzada contra alguien que nunca tuvo que reconstruirse después de un trauma.
Hay otros momentos en Wanderer que realmente congelan el tiempo de esta manera. La portada de Rihanna «Stay» nos recuerda cómo Marshall puede reorganizar una canción simplemente entornando los ojos, de repente, la línea más importante fue enterrada en algún lugar en el medio.
Otro factor que frena el tiempo es la colaboración de Lana Del Rey en «Woman». Sus voces profundas, confiadas y encapuchadas, se funden en una, con Del Rey técnicamente en el respaldo. El universo de Lana, lleno de brillantes caramelos rojos y pasteles, no se parece a Marshall en la superficie, pero los dos comparten una resignación cansada, la determinación de un sobreviviente, que hace que su dúo se sienta como dos mitades de un pensamiento circular.
Aparte de estos momentos, Wanderer arrastra solo un poquito. Habla suavemente de los ecos de los mejores momentos de Cat Power, lo que significa que no te elige en el centro de tus inseguridades más preciadas de la forma en que lo ha hecho su música más célebre. Ella simplemente no apunta allí, ella apunta a tu afirmación, ella perfora tu armadura. Parece grosero perder el impacto, pero es igualmente difícil no desearlo.
