Imagínate presentar tu proyecto más personal y significativo en la misma semana en que tanto Drake, como Kanye West decidieron hacerlo con sus respectivos álbumes, y, aún así, eclipsar a ambos sin esfuerzo aparente. Así fue el caso de Little Simz con su ambicioso nuevo álbum Sometimes I Might Be Introvert, una oda a la introversión que no se guarda nada; de principio a fin mantiene un ritmo y un nivel que cada vez se ve menos en álbumes de estudio.

Little Simz venía de pisar fuerte tras el lanzamiento del álbum de 2019: Grey Area, y en SometimesI Might Be Introvert continúa el mismo hilo de una narrativa tan personal que el primero explora, sin embargo, éste último extiende su sonido a algo mucho más orquestal y grandioso; el álbum culmina con una exploración personal de una manera brillante, convirtiéndose en uno de los contendientes más sólidos para ser el álbum del año.

Para realizar Sometimes I Might Be Introvert solo fue necesario una línea temática simple pero profunda: ‘¿quién es Little Simz?’, y cómo esa cuestión le da carácter y sentido a cada una de las piezas. Desde la pomposa “Introvert”, que delinea con inteligencia el tema de identidad de Simz, hasta canciones como “Point and Kill”, o “Fear no Man”, las cuales homenajean la herencia nigeriana de la artista con fuertes influencias de su música.

Todo el álbum se llega a alejar, pero siempre regresa al mismo núcleo conceptual que es mostrarse, ya sea como Little Simz, o Simbi, y encontrar en sí misma y su vida una fuente de empoderamiento; lo cual resulta en un proyecto sumamente personal y honesto, el cual -a diferencia de muchos álbumes de hip hop de la actualidad- no necesitó casi ninguna colaboración para sostenerse; Little Simz comunicó casi totalmente sola todo lo que tenía guardado en el tintero y logró crear un álbum que, a mí parecer, envejecerá cada vez mejor.

Por Daniel Cañón