Fotografía destacada: Facebook Oficial ARIZONA
Desde Nueva Jersey, Zach, David y Nate, miembros de A R I Z O N A llegaron a la México para tocar en el Festival Live Out en Monterrey, y de paso, aparecerse en la Ciudad de México por segunda vez. En esta entrevista no nos cupo duda de que la banda está emocionada por estar aquí, incluso David considera que no hay mejor forma de celebrar un nuevo álbum que viniendo a nuestro país.
Y justamente platicamos un poco de su segundo álbum, Asylum y de cómo sentían una presión de hacerlo bien en este proyecto, ya que empezaron con la producción muy poco tiempo después de sacar su primer álbum, y no se dieron cuenta que estaban pasando por muchos cambios en su vida, tanto en la banda, en la que comenzaron a dar más entrevistas, en sus relaciones personales e incluso sus horarios.
David: “Tratamos de evitar el sophomore slump, y fue necesario de pronto parar y regresar a ser amigos primero, a ayudarnos entre nosotros y encontrar ese lugar seguro que en este caso fue Asylum.”
El disco toca temas de salud mental y malos momentos pero de una manera muy distinta, ya que aunque las letras puedan ser melancólicas o un poco tristes, la música siempre te va a hacer bailar, un poco contradictorio, pero a veces necesario; se vale divertirse con la música y recibir esa energía que al final del día te recuerda que la vida puede ser difícil pero también divertida y si ya estamos aquí al menos nos deberíamos divertir.
Sin embargo, Asylum nos hace pensar en qué tan difícil pudo ser para ellos escribir estas canciones, pero Zach nos comenta que en realidad lo difícil era ponerle las palabras perfectas para hacer una canción con ella, porque sacar los problemas entre mejores amigos, no sólo era fácil, sino que necesario.
Zach “Nuestro proceso de escritura es juntarnos como amigos y encontrar una manera entre nosotros de hablar sobre cosas incómodas y crear algo a partir de eso, especialmente porque las letras de una canción no son exactamente con las que nos hablamos nosotros.
David considera que trabajar de esta manera es como terapia, porque entre los tres comienzan a hablar de la vida y te das cuentas de las perspectivas de tus amigos y a veces eso es suficiente para un concepto nuevo para una canción de la misma manera que colaborar con otros amigos de otras bandas hace que su música se enriquezca y la puedan ver desde un lado distinto y evitar estancarse.
Hacer un trabajo tan personal deja parte del alma del músico en cada canción, y aparte, llegas a aprender algo diferente cada vez que la escuchas o que le pones atención y si hay algo que a Zach le ha estado cruzando la mente en los últimos días, es en el significado que tiene la última canción del álbum “Still Alive”, que es ponerle un punto final a los problemas y las malas experiencias, para recordarnos que a pesar de todo eso, seguimos vivos y eso significa que podemos seguir adelante.
Para Nate la música es lo que ha hecho toda su vida y no se imagina no hacerlo; para David es un catalizador para el crecimiento: “Ahora que A R I Z O N A es la banda que es, nos da la oportunidad no sólo de crear sino también de tener esta vida que esto muy agradecido de vivir y de crecer y madurar juntos todos los días. Creo que nos está ayudando a convertirnos en mejores personas”, comenta el músico.
Por otro lado, para Zach, es el proceso de crear algo donde no había nada la razón principal para considerar a la música su centro.“Tenemos suerte de hacer lo que escogimos y el hecho de que nuestra música conecte con los demás le da un significado completo. Si esto ayuda a los demás, nos ayuda a nosotros también”, señala.
Con esta mentalidad tan positiva, A R I Z O N A agradeció estar de vuelta en suelos mexicanos, emocionados de que su música esté sonando en este país y que la gente cante con ellos en los conciertos, alegrándonos aún en días obscuros.
La banda sabe muy bien que todos tenemos problemas y por eso la importancia de que todos tengamos ese lugar seguro para conectar y experimentar la vida, y saber que aunque estés pasando por momentos difíciles, no estás solo y hay otras personas allá afuera que están pasando por algo similar a lo tuyo; un sentido de esperanza, de saber que siempre hay un mañana, un grito de que está bien no estar bien.
