La generalidad de hacer música y gustar de The Shins

Es muy difícil que después de tener una banda con buenas críticas y un álbum casi de culto, el trabajo posterior sea bien recibido y que haga olvidar, por momentos, el primero. Esto les ocurrió a James Mercer, Jesse Sandoval y Marty Crandall, integrantes de The Shins que iniciaron su carrera musical con el proyecto Flake; aprovecharon a plenitud la oleada de música indie que se vivían en los inicios de los dos miles para renovar y posicionar su sonido.

Corría el 2005 cuando me interesé realmente por la música en todos los sentidos, en hacerla, escucharla y opinarla. Durante este tiempo mi biblioteca musical creció de sobremanera. Sólo bastaba que una canción que me llamara la atención y me produjera alguna sensación para que se incluyera a mi reproductor.

De esta manera llegó por un buen amigo “Gone for Good”, canción de esta banda estadounidense. En ese momento, tenían una trayectoria de más de 6 años como proyecto y dos discos grabados que la crítica especializada había catalogado como buenos. Ya son más de 18 años haciendo música y para celebrarlo The Shins estrenó su disco.

Hablar de evolución en un texto como este es bastante obvio, sin embargo, no dejaremos pasar la oportunidad de desmenuzar esta nueva producción.

Podríamos mencionar los puntos o las canciones que se parecen a otras entregas y tratar de entender si esta banda posee un estilo muy marcado o existe otra situación. Sin embargo, esto va más allá. Es tratar de entender lo complicado de hacer música sencilla que  logre trasmitir mediante sus letras, ritmos y secuencias sensaciones diferentes.

Poner de cabo a rabo Heartworms es consentirte durante todos los minutos que dura el disco; entregas como la de su sencillo «Dead Alive», plasma lo que significa hacer cosas nuevas sin perder la esencia del sonido de la banda, y claro con una voz como la de James Mercer es difícil perderlo.

“Name For You” abre el disco, con un riff pegajoso que después de unos versos desaparece para darle cuerpo a una canción con estilo. La entrega pasada, titulada Port Of Morrow abre de manera similar, sin embargo, con un sonido más obscuro.

The Shins

Los sonidos que hace Patti King en su instrumento dan vida a muchas canciones, y el juego de voces en otras hacen que el disco sea bien complementado por acordes sencillos y bien elaborados.

El beat en nuestra época ha cobrado demasiada fuerza, en este caso se aprecia en casi todas las canciones de esta producción, pero no de una manera saturada.

«Mildenhall», junto con la pieza que le da nombre a este disco y «The Fear» son canciones para cuando buscas realizar alguna tarea y sólo buscas que unos acordes, una voz bien entonada y sobre todo una melodía suave acompañe tus labores.

Sin duda The Shins tiene un estilo muy propio que se ha encargado de pulir, innovar y llevar con calma a lo largo de toda su carrera, pero no se diga más acá abajo te dejamos el disco completo y nos gustaría leer tus opiniones.

 

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